España, en el culo de Europa, seguimos sin tener una red de carriles bici adecuada, tanto en la mayoría de ciudades importantes, como conectando las diferentes poblaciones limítrofes con dichas ciudades.
El coche sigue siendo el dueño, pero esto no ocurre en otros lugares de Europa, no mucho más modernos que Madrid, Barcelona o Bilbao, por poner unos ejemplos.
Es más, tras las últimas elecciones municipales y los diferentes cambios de gobiernos, algunos partidos políticos han decidido desmantelar los pocos carriles bici que tenía su ciudad. Carriles bici que se han pagado principalmente con subvenciones europeas, y que ahora deberán devolver los millones de euros que han costado. Y todo por negacionismo y seguir protegiendo al lobby del coche y a cuatro amiguetes.
Sí, eso ocurre en España mientras que el resto de Europa continua a contrarreloj para cambiar por completo la forma de desplazarse de sus ciudadanos.
No son comparaciones, son realidades.
En Alemania, con sus deficiencias como en cualquier otro lugar del mundo, las bicicletas de carga tomaron las calles ya hace muchos años.
Hay quien incluso las llegó a comparar con un coche deportivo o un flamante 4×4 urbano.
Tener uno de estos vehículos para ir a comprar, llevar a los niños al colegio o ir a trabajar, está incluso mal visto por muchas personas que piensan más en su salud, la de los suyos en intentar contaminar lo menos posible el planeta.
Algunos carriles bici han sido diseñados hace décadas, cuando no existían prácticamente las bicicletas de carga ni el número de ciclistas urbano actual. Ahora tendrán que ser adaptados
Como comentaba, poseer una bicicleta de carga para transportar a los niños, ir al supermercado o desarrollar tu trabajo diario, en muchos lugares de Europa es un signo de bienestar y admiración.
Aquí, en España, de vez en cuando te cruzas con alguna, pero es bastante raro.
Mientras los ciclista de Madrid y otros lugares de España siguen pidiendo a gritos una red de carriles bici coherente, protegidos del tráfico motorizado, y que lleven a los puntos más importantes de la ciudad y no a una pradera al final de un polígono, en otros lugares ya se está pensando en rediseñar los que llevan año construidos.
Y no solo por las cargo bikes, también por el gran número de personas que se han animado a utilizar la bicicleta como medio de transporte habitual.
París, que lleva tres años contra el crono quitando coches y motos de sus calles y devolviéndoselas a los peatones y las bicicletas, ha visto como el número de ciclistas urbanos se ha multiplicado.
Cambiar los coches de gasolina o diésel por eléctricos, y se ha demostrado que no es la solución a ninguno de los problemas de una ciudad
Todas las mañanas, miles de ciclistas circulan por carriles bici y vías ciclistas, en algunos casos, incluso con atascos de estos, pues han de ir en fila de uno en los carriles bici creados.
Otras veces se ponen impedimentos para que los vehículos motorizados no invadan los carriles bici, pero en algunos casos, como en la foto de portada, esto hace que las bicicletas de carga no puedan acceder.
Pequeños problemas que en España nos parecen de otra galaxia, pero que en resto de ciudades Europeas ya se están planteando para ir un paso más allá con el uso de la bicicleta como medio de transporte.
There’s always money to make life harder for cyclists apparently. A set of new gates at top of reservoir path that now stops me exiting in the cargo bike. So forcing me and the kids back onto the road for my commute. Genius. @adamtranter @LizClements @BCC_Help pic.twitter.com/1iXbub2tFK
— David Gregory-Kumar (@DrDavidGK) November 15, 2023