Una de las averías más comunes en nuestras rutas son los temidos pinchazos. Mal asunto para el que lo sufre pero divertido para el resto de compis… ¡¡es el momento de los chistes!!
Hoy en día existen sistemas “antipinchazos” como los kit tubeless (que ya los abordaremos en futuros capítulos) que nos evitan en un porcentaje muy alto este tipo de contratiempos, pero como buenos bikers que somos tenemos que estar preparados y no solo tenemos que saber actuar si no que también debemos llevar los elementos necesarios para hacerlo. Recordar que si estamos a 50km de nuestro punto de retorno y pinchamos, como no sepamos manejar esta sencilla situación nos comerán los lobos fijo!!.
Lo primero es revisar los utensilios necesarios para esta operación. Son muy poquitos y siempre los debemos llevar encima, ya sea en los bolsillos del maillot o en nuestras mochilas:
- Desmontables: Son esas especie de “calzadores” que nos facilitarán sacar y volver a meter la cubierta de su alojamiento. Es conveniente llevar dos.
- Una bomba de inflado: Asegurarse de que son compatibles con las válvulas de vuestras cámaras. Aunque ya casi todas las bombas llevan adaptadores tanto para válvula fina (Presta ) como para gorda (Schrader).
- Una cámara: Deben ser adecuadas para el agujero de nuestras llantas. Hay llantas preparadas para válvulas finas que no nos permiten poner de las gordas, fijaos bien en ese detalle. Por cierto, si vais solos de ruta será mejor que llevéis dos cámaras.
Reparar un pinchazo (por tiempo, comodidad….) es una labor que no nos interesa realizar cuando estemos en mitad del campo, por lo tanto procederemos a cambiar directamente la cámara y la pinchada la repararemos en casa y pasará a ser la de repuesto.
El primer paso es desmontar la rueda del cuadro o de la horquilla. Aflojamos el cierre y ya lo tenemos.
A continuación con ayuda de los desmontables destalonamos la cubierta de su sitio, en todo su perímetro, para poder sacar la cámara pinchada.
Una vez quitada la cámara averiada la doblamos bien y la guardamos para no dejar restos nuestros cuando nos vayamos. Recordar SIEMPRE que el monte debe quedar en el mismo estado en el que estaba, ¡¡las basuras para casa!! 😉
Revisamos muy bien con nuestros dedos por el interior de la cubierta que no haya ningún elemento extraño clavado que nos volviera a hacer pinchar. Hacerlo con tacto porque con casi toda seguridad nos encontraremos con el pinchito que nos hizo detenernos. Lo quitamos.
Una vez asegurados de que no hay ningún pincho vamos a meter la cámara en su sitio, para ello damos un poco de aire para que coja “cuerpo” y empezamos por meter la válvula en el agujero. La vamos alojando en el interior de la cubierta y con las manos vamos talonándola en la llanta. Llegará un momento en que sean necesarios los desmontables, los usamos con cuidado de no pellizcar la cámara.
Ahora solo queda darle a la rueda la presión adecuada y montarla en el cuadro asegurándonos bien que el cierre queda bien apretado para evitar accidentes.
Recogemos TODO y a seguir dando pedales!!