Si ayer te contábamos la mala noticia del comienzo del desmantelamiento de algunos de los carriles bici de Madrid por parte del nuevo gobierno de Almeida, hoy nos llega una buena noticia para los ciclistas en general, pese que esta procede del otro lado del charco.
Los atropellos a ciclistas en la ciudad de Nueva York se han multiplicado en este 2019, con más de 25 personas que han perdido la vida mientras se desplazaban en bicicleta por la Gran Manzana.
Desde que estas cifras comenzasen a dispararse a comienzos de año, el alcalde Bill de Blasio anunció una serie de medidas para tratar de paliar el acoso y derribo de ciclistas en las carreteras de su ciudad.
Ahora ya se conocen los datos relativos a estas próximas actuaciones. Estas intentarán dar un giro de 180º a la actual situación, creando, fomentando, y protegiendo el uso de la bicicleta como medio de transporte en la ciudad de los rascacielos.
Más de 400 km de nuevos carriles bici dedicados
Con un presupuesto a la americana y por todo lo alto, en concreto 1,7 billones de dolares, de Blasio pretende crear hasta 400 nuevos kilómetros de carriles bici dedicados, separados del tráfico a motor y protegidos de este.
Esta actuación no pretende únicamente proteger a los ciclistas urbanos o fomentar el uso del transporte sostenible, si no también luchar contra la actual cultura predominante del coche en Estados Unidos.
Esto, aunque suene raro viniendo de un país donde tener un coche cuanto más grande y más potente es sinónimo de ser «guay» y poseer un gran estatus social, refleja la actual situación global que llevamos arrastrando durante décadas, donde las empresas del motor y la dependencia de las grandes petroleras, han ido lavando el cerebro de todos nosotros para que obligatoriamente necesitemos tener uno, dos y quien sabe cuantos coches cada uno.
Más carriles bici segregados o separados del tráfico, significan no solo que los ciclistas estarán más protegidos de los potentes y peligrosos coches, si no que mas personas se moverán en la ciudad en bicicleta al ser más seguro, existirán menos atascos, menos estrés, menos ruido, menos contaminación, etc.
Desde el año 2014, Bill de Blasio ha creado más de 160 kilómetros de carriles bici segregados en un proyecto al que denominó «Vision Zero«. Este pretendía también terminar con las muertes por accidentes de tráfico en sus calles, dejando el balance en 0 personas muertas en 2024.
Pero el reciente aumento de los ciclistas fallecidos ha requerido de una actuación inmediata y global para poder llegar a esta cifra en los próximos cuatro años.
Por el momento y hasta el cambio de mandato a finales de 2021, se seguirá con el plan actual de crear 50 kilómetros anuales de vías ciclistas segregadas. Llegado este momento la cifra aumentará hasta 80 km anuales.
Todos los semáforos en verde
Otra de las medidas que engloba esta propuesta son los autobuses con sus carriles bus también exclusivos. Estos ya llevan tiempo funcionando, y gracias a una novedosa tecnología denominada «Trafic Signal Priority«, muchos de ellos son tan eficientes que únicamente se detienen en las paradas para recoger o dejar viajeros.
Como su nombre bien indica, estos autobuses son capaces de regular el tráfico mediante los semáforos de la ciudad, pudiendo cambiar sus luces de rojo a verde a su paso para no tener que detenerse nunca.
Más actuaciones que se llevarán a cabo en los dos primeros años del nuevo proyecto son la creación de más de 90.000 metros cuadrados nuevos de espacios públicos para peatones.
Para regular todas estas acciones, es necesario el compromiso de muchas personas, instituciones y empresas. Es por ello que las actuales leyes y normas de tráfico serán también actualizadas, en vistas de los posibles problemas que puedan surgir en estos cambios de modelo a la hora de moverse por las ciudades.
Algunos pensando en el futuro, la bicicleta y la gente de a pie, y otros como el señor Almeida con la mente puesta en Notre Dame.