La frase es de Mariano Gon nuevo American Sales Director de Orbea. Aprovechamos su llegada para conocerle más a fondo de la mano de Xabi Narbaiza, Product Manager de MTB.
XABI NARBAIZA: Ongi etorri Mariano, ¿Qué es lo que te ha motivado a unirte a nuestro equipo?
MARIANO GON: Eskerrik asko Xabi, es un placer para mí estar aquí. La identidad de Mallabia y del País Vasco se siente en todos los modelos que salen por la puerta de las instalaciones de Orbea. Esta empresa es una familia que cuenta con la mejor tradición y, hoy en día, se ha convertido en una empresa líder en tecnología súper innovadora. Y eso me encanta de Orbea: la historia unida con la tradición, las innovaciones y el futuro. Estamos hablando de una marca con más de 175 años de historia. ¡Casi dos siglos! Muy pocas empresas pueden presumir de eso y, al mismo tiempo, mirar al futuro como lo hace Orbea.
Te contaré algo Xabi; estos días en los que he estado en las instalaciones de Mallabia me he quedado impresionado por la juventud de las personas que trabajan aquí. Ingenieros, diseñadores, marketing…Un equipo súper joven con unas ideas y unas ganas de evolucionar tremendas. Y ese entusiasmo es fundamental para hacer más grande a Orbea. En cierto modo es como que quiero devolver a la industria nacional todo lo que ella me ha dado para que el ‘sueño americano’ de Orbea USA sea una realidad en un plazo muy corto. Allí hay un gran equipo, aquí en Mallabia también. Me uno para que entre todos logremos situar a Orbea lo más alto posible.
X.N: ¿Cómo te imaginas el futuro de Orbea?
M.G: Muy brillante, sin duda. Orbea no para de evolucionar, independientemente del ritmo del mercado, y eso es fundamental para que nada te pille a contrapié. Es algo muy difícil en esta industria. Las evoluciones suceden muy rápido y hay que estar preparados para ellas. Nuevas medidas, nuevos estándares, nuevos materiales… Los que no están preparados se pueden hundir en un plazo corto de tiempo.
Además, el sistema de producción de Orbea convierte a las instalaciones de Mallabia en el punto de partida del negocio ofreciendo un acabado personalizado al 100% tanto en pintura como en componentes. Y eso es parte del éxito de la marca. No se trata de tener un almacén y enviar producto. Aquí hay una unión total entre las necesidades del usuario y su traslación al diseño, la ingeniería, fabricación y montaje. De este modo, ofrecemos al usuario su producto soñado y somos el aliado perfecto para los mejores establecimientos de bicicletas.
X.N: ¿Cuáles serán tus primeros pasos?
M.G: Evidentemente, escuchar. Necesito escuchar lo que los trabajadores de Orbea en Mallabia tienen que decir sobre la marca. Cómo quieren evolucionar, qué pueden aportar al mercado americano. Del mismo modo, trabajar codo con codo con el equipo de Orbea USA, con Gonzalo García de Salazar al mando. Yo ahora soy parte de este equipo.
Y por supuesto, hay que escuchar y mucho a los puntos de venta. Los dealers en suelo americano son la imagen de Orbea cuando un cliente final quiere comprarse una Occam o una Orca. La relación con los puntos de venta es fundamental para hacer crecer una marca. Son esa parte de la familia que necesita creer en el producto de la misma manera que tu crees en él. Tenemos que ser cómplices de su trabajo y de sus ideas, para que lo que ofrece una Orbea en el mercado americano sea lo que todos quieran. Se trata de escuchar, unificar las fuerzas y empujar entre todos.
X.N: ¿Qué opinión te merece la evolución de las bicicletas de MTB de Orbea?
M.G: Brutal. He seguido muy de cerca la evolución de Orbea y sobre todo estos últimos 5 años me ha parecido espectacular. Que te voy a decir a ti Xabi que eres el Product Manager de MTB… (risas). En serio, la evolución de la Oiz es increíble. Solo hay que ver los resultados de equipos como el Luna Chix con Catharine Pendrel a la cabeza. La Occam es un súper ventas por su polivalencia en recorrido y en las dos medidas de rueda que está disponible. La Loki es genial y súper divertida… Además de los modelos y las gamas que están muy definidas, la calidad del producto y los acabados están a un nivel altísimo. Y eso es muy difícil. Hacer un buen producto es fácil. Hacer un producto sobresaliente es muy difícil. Y eso es lo que está haciendo Orbea actualmente.
X.N: ¿Cuál es la primera bici que vas rodar?
M.G: Creo que mis primeros pedales sobre una Orbea van a ser sobre la Wild. Me encantan las eléctricas. Estoy segurísimo de que su crecimiento va a ser imparable en los próximos 3 años. Además van a evolucionar muy rápido y en un plazo muy corto de tiempo nos vamos a encontrar muchos modelos 100% en carbono, con motores más potentes y compactos y baterías con mayor duración y un menor peso global. La Occam va a ser otra de las candidatas. El modelo Trail de 120mm de recorrido con rueda de 29” es prácticamente la bici para todo. Y cuando salga a la carretera quiero sentir lo mismo que los ciclistas de los equipos Pro Tour que llevan Orbea y montarme sobre una Orca. Y antes de que me lo preguntes, sí, con frenos de disco…
X.N: ¿Cómo empezó tu pasión por el mundo de las bicis?
M.G: Mi padre, además de ser un tipo fantástico al que echo de menos, era un gran aficionado a los deportes de las dos ruedas. Desde muy jóvenes salíamos mis hermanos, él y yo a hacer excursiones de todo el día en las que hacer deporte y estar en contacto con la naturaleza. Y como no, los veranos eran territorio Tour de Francia y Vuelta a España en las sobremesas de TVE2. Medio dormidos en las etapas llanas y con la piel de gallina en las de montaña. Fíjate cómo era mi fijación con las dos ruedas que en el año 88, cuando tenía 23 años, le pedí prestado el Seat Panda a mi madre y me fui con un amigo hasta los Campos Elíseos de París para ver llegar a Perico Delgado con el maillot amarillo. Ahora podrás hacer cuentas de los años que tengo…(risas)
X.N: ¿Cómo fueron tus inicios en el mundo del mountain bike?
M.G: Pues como muchas de las grandes empresas empecé junto con mis hermanos Pedro, Juan y Luis en un garaje. Con el tema de las dos ruedas tan presente en casa y un entorno súper favorable para la bici, comenzamos a vender piezas de alta calidad de marcas que apenas se conocían en España pero con una fama enorme en Estados Unidos. Éramos poco más que adolescentes pero mis hermanos y yo teníamos claro que el mundillo del mountain bike iba a dar muy fuerte en España y queríamos sentirnos partícipes de ello. Ahora que lo pienso fue un poco una locura empezar desde el garaje de casa, pero con mucho trabajo y mucho entusiasmo, el tiempo nos dice que no nos equivocamos. Un tiempo más tarde logramos fundar Bike Comp, el distribuidor de Santa Cruz Bicycles en España y abrimos nuestra primera tienda de LTM Racing. Para esa época yo ya trabajaba como agente de ventas en Santa Cruz Bicycles, donde he desarrollado mi carrera durante 18 años, en los que la mayoría trabajé como Director de Ventas Global de la marca. Y ahora llego a Orbea casi con la misma sensación de euforia que cuando empecé con mi familia en ese garaje.
X.N: ¿Cuáles son tus pasiones?
M.G: ¿Todas? Jajaja. Soy un tío muy apasionado en general… Me encanta leer y, como paso mucho tiempo en los aviones, siempre llevo un buen libro en la maleta. Hay viajes de 13 horas que me los paso leyendo hasta que me acabo el libro. Viajar me encanta. A pesar de ser una parte dura de mi trabajo, conocer otras culturas, trabajar en otros mercados y entender otras formas de vida, me acerca mucho a los clientes al conocer cómo viven. Eso me hace echar mucho de menos a mi familia que es otra de mis pasiones. Tanto en USA como en Madrid mi gente es súper importante y en cuanto tengo la oportunidad nos reunimos para hacer una buena barbacoa y una buena salida en bici. Qué más… Me encanta comer y en eso Orbea seguro me va a tratar bien en mis viajes a Mallabia, espero… (risas).
El arte es otra de mis pasiones. Me encanta hacer cuadros y esculturas. La sensación de crear algo desde la nada, desde la materia prima más básica siempre me ha entusiasmado. Quizá por eso también me gustan las bicis; porque en el fondo estamos transformando materias primas como el carbono o el aluminio en auténticas máquinas de generar felicidad. Y eso me parece espectacular.
Y así se desvela la que puede ser mi mayor pasión: la bici. Con ella tengo ahora la oportunidad de crecer profesional y personalmente con Orbea y eso me hace apasionarme aún más.