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Los precios de las bicicletas van a bajar, pero no todas

La bajada de precios de las bicicletas puede ser generalizada en los próximos meses, aunque no de todos los modelos, y tampoco directamente en tarifa, sino con ofertas para sacar el stock de temporadas anteriores que no se han vendido a tiempo.

«A río revuelto, ganancia de pescadores» se suele decir cuando se aprovecha cualquier situación anómala para sacar más beneficio aún.

Esto es lo que ha ocurrido en los últimos tres o cuatro años con la industria de la bicicleta.

Cuando no era el bicho, era la crisis, cuando no el conflicto bélico, o si no la inflación. Todo vale para sacar mayor margen de beneficio mientras los peces sigan picando.

Pero no nos engañemos, los precios de las bicicletas van a bajar, salvo que llegue una nueva hecatombe que ningún gurú ni futurólogo había previsto, aunque no el de todas las bicis.

Lo primero que vemos al mirar al mercado, escuchar a los directivos de distintas marcas y mirar las estadísticas de los últimos meses, es que las ventas se van estabilizando.

Se siguen vendiendo muchas bicicletas, pero a un ritmo mucho inferior al de los últimos tres años.

Los precios de las bicicletas han aumentado entre un 10 y un 40% desde 2019

Después tenemos las previsiones de venta que los fabricantes, proveedores e incluso pequeños comercios, han hecho en los últimos meses para no verse de nuevo pillados con problemas de suministros o envíos marítimos.

Esto quiere decir que las tiendas habrían pedido más bicicletas de las que pueden vender en la actualidad, y lo mismo ocurre con los proveedores y fabricantes.

Estos últimos, para no ver como los clientes piden a las tiendas determinados modelos y estas a su vez al proveedor, y verse con los dedos pillados por no poder servirles el material, han encargado ingentes cantidades de bicicletas (los que han podido).

Ya os lo contábamos hace un par de años, cuando algún fabricante nos sopló que ya habían encargado las bicicletas de 2024, ¡a tres años vista!:

¿Qué pasa con los pescadores cundo el río ya no está tan revuelto?

El resultado, tras la disminución de las ventas, es que en estos momentos se habla de un sobre stock, de bicicletas almacenadas para ser vendidas o a la espera de alguna que otra pieza para ser terminadas.

El ejemplo más claro el de Giant, pidiendo paciencia sus proveedores para pagar las facturas, o Vanmoof, que ha tenido que pedir liquidez a sus accionistas para hacer frente a las mismas.

Hablamos de modelos 2023 e incluso 2024 ya, cuando todavía hay alguno que espera su flamante bicicleta eléctrica de 2022.

El resultado, volverán las ofertas, con las de las Ebikes de Specialized, y puede que las bajadas de precios generalizadas como las de Canyon, pero solo en los modelos de gama media y gama baja.

Las de gama alta, con mucho menos nivel de producción, se siguen vendiendo como churros. Hablamos de bicicletas entre 6.000 y 15.000 euros.

Y es que como dice un primo mío, hay mucho rico suelto (sí, también hay quien se endeuda para tener el último modelo.