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Los beneficios de montar en bicicleta superan a los riesgos de la exposición a la contaminación.

Uno de los principales problemas a los que se enfrentan los ciclistas urbanos cada día son los coches, no solo por la peligrosidad de compartir espacio en la carretera, sino porque además son los principales causantes de la contaminación atmosférica que asfixia a las ciudades con la característica «boina» negra.

Los ciclistas somos los más expuestos a estas partículas nocivas no solo por estar al lado de la fuente emisora de la contaminación, sino por la cantidad de veces que respiramos a causa del ejercicio físico.

“incluso en los entornos más contaminados es mejor hacer un poco de actividad en lugar de ninguna actividad” .

Para poder valorar a cuánta contaminación estamos expuestos los ciclistas en la ciudad, la Universidad de Columbia está elaborando un estudio en la ciudad de New york con 150 ciclistas, a los que les está monitoreando tanto la ruta que realizan, como las constantes vitales, la cantidad de veces que respiran, volumen de aire exhalado y la calidad del mismo. De esta forma se podrá tanto estudiar la exposición a la contaminación a la que son sometidos los ciclistas día a día y se podrá comparar con estudios realizados anteriormente.

Los voluntarios van equipados con un GPS que envía su posición, dos sensores, uno captan las partículas contaminantes finas, que son aquellas que miden 2,5 micrómetros (20 veces más pequeñas que un cabello) y el otro sensor mide el carbono negro que en la mayoría de los casos procede del Diesel de los motores. Y por último los ciclistas llevan una camiseta biométrica llamada Hexoskin, que mide la tasa de respiración, la frecuencia cardíaca y una lectura automática de la presión sanguínea.

 

Antes de comenzar este estudio, se realizó una prueba piloto con 40 ciclistas voluntarios, que ya arrojó resultados relevantes sobre el compartimento de la polución en la ciudad, la variable tiempo y espacio fueron muy determinantes, hay zonas con altísimas tasas de polución y otras zonas muy bajas, pero además dependiendo de las horas por las que se circule la cantidad de concentración de polución varía muchísimo. Esto datos realmente se hacían muy visuales al ponerlos sobre un mapa, lo que les animó a realizar una aplicación en la que los ciclistas pueden subir su ruta en formato GPX y así pueden estimar la cantidad de polución a la que se exponen, de esta forma pueden valorar que ruta es la más saludable teniendo como variable principal la concentración de polución.

Con los resultados finales que se obtengan del estudio que ha comenzado ahora mismo, pretenden presionar a las administraciones para que tomen medidas para corregir este problema de contaminación que existe en las ciudades, para ello publicaran los resultados que se generen para que la gente tome conciencia a que se enfrenta cada día cuando respira el aire de la ciudad.

Lo que sí que ha quedado patente tras la experiencia piloto, junto con otros estudios que se han realizado anteriormente, como el de la Universidad de Glasgow, los beneficios que arroja para la salud la práctica del ciclismo son mucho mayores que el perjuicio de la  exposición a la actual contaminación, “incluso en los entornos más contaminados es mejor hacer un poco de actividad en lugar de ninguna actividad” .