El pasado día 22 de Diciembre, la bicicleta fue la gran protagonista en el centro de creación contemporánea de Madrid MATADERO. Allí se dieron cita todos los apasionados de la bicicleta urbana, convocados por el Bicycle Film Festival Madrid, donde además de las numerosas proyecciones que había planificadas se desarrollaron un gran número de actividades, todas ellas vinculadas al mundo de la bicicleta. Deporte y cultura pedaleando juntos contra viento y marea.
Video por Fetén Fixed
Para el que no lo conozca, el Bicycle Film Festival nace 2001 de la mano de Brendt Barbour, al cual se le ocurrió la idea de crear un movimiento de concienciación del uso y respeto de la bicicleta urbana tras ser atropellado por un autobús, mientras montaba en bicicleta por la ciudad de Nueva York. Actualmente este Festival tiene acogida en más de 30 ciudades de todo el mundo, entre ellas Madrid.
Nada más entrar en la nave nº 16 de se encontraba en plena acción el campeonato de Bike Polo, un deporte que no para de crecer y ganar cada día más adeptos. El juego es simple en las reglas pero complicado en su ejecución. La dificultad técnica reside en coordinar el equilibrio sobre las monturas de dos ruedas, al tiempo que intentas golpear la pelota hacia el campo o portería del contrario junto con los empujones y choques entre bicicletas y poleros, hace que sea realmente complicado mantenerse sobre la bici de forma digna, de hecho según subía la tensión del campeonato, más de uno dio a parar con los huesos en el suelo.
La cultura ciclista se encontraba por todas partes, además del gran número de cortos que se proyectaron todos ellos con la bicicleta como protagonista, también hubo lugar para solidaridad, donde la ONG PSN Camboya realizó un divertido taller de pintar camisetas solidarias para los más pequeños.
También el movimiento Provo tuvo su lugar con una exposición sobre este movimiento contracultural surgido en Holanda en los años 60, influenciados por el dadaísmo y el anarquismo como fuente de sapiencia. Uno de sus principales objetivos fue la lucha contra los vehículos privados, como principales emisores de contaminación, fue lo que llamaron Plan Blanco de Bicicletas.
Además tuvimos la oportunidad de disfrutar de un gran número exposiciones como la del espectacular pincel creador de Manu Campa y sus preciosos lienzos, la colección de bicicletas de competición de Emilio Plaza, todas ellas provenientes de equipos ciclistas profesionales históricos, como el Banesto, Once,Kelme etc..y más modernas como la bicicleta con la que Carlos Sastre consiguió el Tour del 2008.
También hubo una competición de bmx y AlleyCat donde los ciclistas urbanos tuvieron que demostrar su velocidad, pericia entre los coches y orientación por pleno centro de Madrid.
Esperamos que el BFF continúe viniendo a Madrid y cada año vayan creciendo y con él la concienciación social y política (si tuvieran) de lo importante que es para el futuro desarrollo de una ciudad sostenible que la bicicleta tome un papel fundamental como medio de transporte.
