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Vamos ahora con la moda de las Gravel Bikes. En pocas líneas de texto vas a comprobar como voy a utilizar diversos recursos y nombres, que obligatoriamente van unidos entre sí por la corta historia de la bicicleta, sobre todo de la bicicleta de competición.
Todos los puedes encontrar en Internet, y entre ellos, los hilos y nodos que crean una red que desemboca en una única palabra: Ciclocrós.
La palabra Gravel Bike es un término de marketing
Las opiniones y sus usos pueden ser muy diversos, como seguramente comprobarás en los comentarios que suscitará este humilde artículo, pero una cosa sí que la tengo clara, y me gustaría que tú también lo vieses así. La palabra Gravel Bike, es un término de marketing creado por los fabricantes de bicicletas para vender más. (podría añadir aquí un ¡Y punto!).
Una bicicleta de Gravel se caracteriza por poseer un aspecto y capacidades rodadoras muy similar al de una bicicleta de carretera convencional (sin entrar en los mil y un tipos de bicicletas de carretera que los expertos de marketing también nos venden hoy en día), pero que además, gracias a unas pequeñas modificaciones, nos permite rodar por caminos de tierra «de todo tipo». (nótese las comillas en “de todo tipo”).
En esta vida de despilfarro y consumo desmedido, lo ideal es que todo el mundo tuviese una única bicicleta que le sirviese para todo, y no una bicicleta diferente para cada tipo de camino o carretera.
Pero como todos sabemos que esto es prácticamente imposible, a no ser que hagas siempre el mismo trayecto y con una te valga y te sobre…
Correr el Tour de Francia con una BMX, simplemente sería estúpido (seguro que alguien ya ha intentado al menos realizar alguna etapa sobre una bicicross). Al igual que participar en una prueba de la Copa del Mundo de Descenso con una Gravel bike.
Yo voy más al lema que dice:
Do i need it? No, Do i want it? Yes.
Pero para ser más claros, esto nos sacará de dudas. ¡Qué levante la mano el que solo tenga una bici en casa! O mejor aún, ¡qué levante la mano al que no le gustaría tener otra bici más!.
Me juego el pescuezo a que el 99,9% no sólo levantaría una mano, si no la otra también. Alguno levantaría hasta los pies si con eso pudiese tener cuatro bicicletas más.
¿Necesidad o moda Gravel?
Moda 100%. Pero hay que aclarar el tipo de moda, pues las modas no tienen por que ser malas.
Muchos ya tenemos claro desde hace bastante tiempo, que la bicicleta, por sencillo y ridículo que parezca en esta época de aviones, coches sin conductor y drones, es el futuro.
Las grandes ciudades, cada vez más pobladas y congestionadas, están tratando de ganar terreno al petróleo. Algunas, pocas, incluso están en contra de los vehículos eléctricos de gran volumen (coches, motos, furgonetas, camiones, etc…) y en favor de las dos ruedas propulsadas por la fuerza humana.
Y es que aunque nos quieran vender la moto, los coches eléctricos también contaminan, ocupan espacio, atropellan, etc. (puedes leer más sobre ello aquí).
Por ello, que surjan nuevas modas o movimientos sociales en torno a la bicicleta, siempre es bueno.
Habrá ciclistas que simplemente usen la bicicleta Gravel de vez en cuando, otros que se sientan atraídos por primera vez por las dos ruedas gracias a una Gravel. Y otros, que simplemente les vienen como anillo al dedo para sus desplazamientos regulares en bici allí donde viven o sus necesidades diarias.
Y es que las bicicletas de ciclocrós, germen innato de las Gravel Bikes, nacieron gracias a que en una época pasada, donde las carreteras no llegaban a todas partes, donde lo que hoy conocemos como asfalto, eran piedras unidas unas a otras, y donde las múltiples guerras destruyeron una y otra vez las pocas infraestructuras conocidas.
Y no hablamos del ciclocrós (en francés o ingles llamado Ciclocross) como competición, el cual se originó en Francia a principios del siglo XX, si no de la adaptación de las bicicletas o bicicletas de carretera para poder sortear todo tipo de terrenos y no ceñirse al asfalto.
El término Gravel Bike adoptado por los fabricantes de bicicletas desde hace 4 o 5 años (por algún lado leí que fue en 2015), no viene a solucionarnos la vida a ningún ciclista.
Ya existían ese tipo de bicicletas, como las Trekking o Touring, y si no existían, podías crearte una cambiando un par de piezas, como se ha hecho toda la vida.
Pero la ruleta del consumo, el negocio, y el dinero, tiene que seguir girando al igual que lo hacen las ruedas de una bicicleta para mantenernos en equilibrio.
Bienvenido sea el Gravel, si con ello conseguimos que mucha más gente monte en bici o que lo hagan más asiduamente. Es lo que necesitamos.
Pero ahora vamos con los “peros”.
Una bicicleta de Gravel no sirve para todo. Repito. Una bicicleta de Gravel no sirve para todo.
Te pongas como te pongas, lo expliques como lo expliques y lo argumente como lo argumentes, yo, al menos, pensaré que una bicicleta de Gravel sirve para un determinado tipo de ciclista y/o terreno.
¿Qué tipo de ciclista es el que le puede sacar partido a una Gravel Bike?
Seguirán existiendo personas que digan que para cualquier terreno o ciclista, pero eso no es ser realista.
Las Gravel Bike son ideales para circular por asfalto, por su gran similitud con las bicis de carretera. Son ideales para rodar por pistas de tierra, tenga o no tengan grava, incluso para circular por senderos más o menos abruptos (esto ya depende de las veces que te guste pinchar o caerte).
Si vives rodeado de carreteras y caminos de estos tipos, lógicamente, una Gravel te viene que ni pintada. Esto no quiere decir que no puedas ir con otro tipo de bici, simplemente, que las Gravel son ideales.
Pero si te mueves normalmente por caminos y senderos abruptos, con subidas y bajadas de bastante desnivel, donde muchas veces incluso te toca echar pie a tierra con una bicicleta de montaña, o si eres de los que sólo puedes tener una bicicleta en casa, una Gravel bike no es lo ideal.
Incluso para los viajeros con alforjas, lo ideal no son las Gravel bikes por mucho que nos lo quieran vender en videos y fotografías. Si sabes que tu viaje va a ir por alguno de los caminos sencillitos antes nombrados como «ideales para Gravel», vale.
Pero si tus próximos viajes son de destino incierto, no te lo recomiendo. Que no quita que lo puedas hacer. A cabezón no nos suele ganar nadie. Pero si los caminos se complican, seguramente estarás algo «vendido».
El ansia nos puede, y como con las bicicletas eléctricas, no nos vale con tener una mountain bike y/o una bici de carretera. Siempre queremos más. Más lejos, más rápido, más guay, más más.
Hay opiniones también que cuentan que antes tenían que hacer siempre 20 kilómetros de pistas aburridas hasta llegar a la zona de senderos divertida cuando salían de ruta, y que ahora con su flamante Gravel Bike, esos 20 kilómetros de pistas son la mar de divertidos.
Esto demuestra lo del “más”. No nos vale con una, queremos la otra también, y si es mejor que la del vecino, mejor aún.
Pero no hay que demonizar algo que se supone va a facilitar la vida a algunos y a atraer a otros que no se habían dado cuenta que las bicicletas existían hasta ver una Gravel.
Eso sí, si lo tuyo son las camisas a cuadros y las barbas de cuatro meses, lo más recomendable para tener entre las piernas para ti, es una Gravel Bike sin duda alguna. 😉