Mucho se habla de la burbuja en las industria de la bicicleta pero no del problema de las baterías eléctricas y el Litio.
La burbuja de la bicicleta ha aumentado considerablemente en los últimos meses, anunciada incluso con la subida de precios oficial de la gran mayoría de fabricantes a finales de 2020.
Si los precios ya eran altos y en algunos casos abusivos, estos no solo han subido entre un 10 y 20% en los mejores casos, sino que se prevé que sigan aumentando.
Digamos que es normal el aumento de precios en el ciclismo, ya que no es la única industria que ha visto como la gráfica se salía de la pantalla ante los últimos acontecimientos en el mundo.
Partiendo de las materias primas principales, pasando por el cierre de fábricas por diversos motivos, muchos medioambientales, cierres de fronteras, encarecimiento de los transportes, sobre todo marítimos, nuevos impuestos, más actores participantes en la cadena, y un sin fin de personas y empresas poniendo la mano incluso antes de tener el producto listo para entregar.
Digamos que las excusas son varias para seguir ganando cientos de millones.
Una de esas materias primas que sigue aumentando a pasos agigantados y que afecta directamente a nuestra industria y otras como la de la automoción con los coches eléctricos, es el Litio.
El precio del Litio sigue aumentando, aunque su valor es más inestable de lo que muchos desearían
Desde marzo de 2020, el precio de este preciado material ha aumentado en más del 70%.
Recalcar que para las baterías actuales, sobre todo las de gran capacidad como las de los coches eléctricos o las ebikes (que decir de los acumuladores eólicos o solares…), necesitan de litio y otros minerales para su funcionamiento.
Las principales reservas de Litio del mundo, las cuales se encuentran por este orden de mayor a menor cantidad en países como Bolivia, Argentina, Chile, Estados Unidos y Australia, suelen manejar el precio del mismo según la oferta y la demanda.
Los expertos suelen decir que el precio del Litio es un valor poco seguro debido a sus continuas subidas y bajadas de precio, influenciado no solo por la demanda, sino por las continuas inversiones y retiradas de capital sobre este valor de actores que poco tienen que ver con el mismo.
El precio del Litio no solo depende de su oferta y demanda, ni tan si quiera de ser limitado
Esto provoca diversas burbujas o mircroburbujas, de las cuales es prácticamente imposible conocer que las provoca.
Está claro que en la medida en el que el modelo del petróleo en declive y el del eléctrico aumentando, los actores implicados en este complejo entramado de negocios sobre las materias primas como el Litio, seguirán especulando con el mismo.
El problema no es lo que muchos se imaginan y que seguramente sentirán en su bolsillo, pues que alguien se compre una bicicleta de montaña eléctrica o cualquier otra (carretera, gravel, niños…) para salir de ruta solo o con los amigos, y que esta le cuesta 100 o 500 euros más, duele pero es irrelevante.
Irrelevante a efectos globales del cambio, pues claro que afecta a la industria en general.
Pero hay que ver más allá, y si las bicicletas eléctricas están llamadas a cambiar el mundo, al menos en las grandes ciudades, sustituyendo el modelo dominador del coche, un aumento considerable de su precio podría provocar que dicho cambio se extienda demasiado en el tiempo.
La gráfica que ves en portada representa el precio del Litio en los últimos 10 años reflejado por el portal Investing.com, y aunque el de las baterías había bajado hasta 2020 considerablemente, la previsión es que estas comiencen a subir de precio en los próximos años.