Que todo español lleva un seleccionador en potencia, es una de las afirmaciones más manidas en el mundo del fútbol. Pero en septiembre, el tópico se traslada al ciclismo y son muchos los aficionados que, de una forma u otra cuestionan la lista del seleccionador. Javier Mínguez lo sabe y no le importa. “La decisión es mía y elijo a quienes considero que pueden ir mejor. Lógicamente puedo equivocarme y entiendo que haya debate. Hay que escuchar a todos, pero la decisión la tomó sólo yo. Afortunadamente no tengo presiones de nadie, ni del presidente ni de fuera. Por ello puedo decir que en Richmond tengo el equipo que he querido traer, el que creo que es mejor en estas circunstancias. Puedo equivocarme, pero como decía, la decisión es mía”.
Tras la excelente crono de ayer, el nombre de Castroviejo ha vuelto a salir a la palestra. “Ya vimos que es un excelente contrarrelojista y que se mereció ayer estar en el podio. Pero la prueba en línea es otra cosa distinta y aquí quería contar con otro tipo de corredor”. No hay que olvidar que el de Movistar Team estuvo varios días sin coger la bici como consecuencia de su caída en Canadá y que ya ha dado por finalizada su temporada.
La otra cuestión sobre la que Mínguez suele ser esquivo es cuando le preguntan por la táctica. ¿Por qué voy a dar pistas al enemigo?, suele decir. “Es algo que sale entre todos. Yo tengo una idea, pero no es hasta que los corredores ven el circuito, cuando imaginan las distintas circunstancias de carrera que puede haber. Hoy ya se han hecho esa idea, ha habido opiniones diversas, pero en general positivas sobre el recorrido. Ahora nos toca intercambiar las impresiones de cada uno y ver cómo podemos llevarlas a cabo”. Eso sí, el vallisoletano también suele decir que “en el hotel jamás he perdido ninguna carrera”.
El seleccionador tiene claro que es un Mundial “más difícil que duro. Y dentro de lo malo, que no es el circuito idóneo para nuestros corredores, lo mejor es el final, con los tres repechos encadenados. La primera cuesta de pavés se pasa bien, pero la segunda es más corta y empinada y seguro que la carrera se rompe. Y luego llega el último repecho y sin descansar la meta. No hay tiempo para un reagrupamiento. Por ello, es seguro es que la carrera se va a cortar, que no va a haber una llegada masiva. ¿Cuántos? Pues depende de cómo se llegue a ese final. ¿Diez, veinte? Creo que incluso menos”. En este sentido, añade que “la carrera de mañana de los sub23 puede darnos muchas pistas de lo que podemos vivir el domingo”.
Sobre las comparaciones con las clásicas, Mínguez es tajante. “El Tour de Flandes es en abril y los belgas van al 110%. Pero estamos en septiembre y a lo mejor somos nosotros los que estamos a tope y no ellos, y se igualan las posibilidades. Está claro que Bélgica es la selección a batir, con corredores como Van Avermaet o Gilbert, aunque me ha sorprendido que no esté Wellens”. El seleccionador apunta, no obstante, nombres como “Australia, con Gerrans y Mathews; Italia, donde Nibali puede ir por libre y ser peligroso, Alemania, con Degenkolb. ¿Greipel? Una cosa es lo que diga y otra lo que suceda, como vimos ayer con Toni Martin. Incluso gente que corre en selecciones menos potentes como Sagan o Kristoff, seguro que siempre tendrán amigos por ahí”.
No podemos terminar sin hacer mención a la eterna cuestión entre Valverde y Purito. “Como dije antes de salir, es Salsa Rosa. Lo importante aquí es el Mundial, que puedan prepararse bien y que el domingo nos salga la carrera. Valverde está, como siempre, muy mentalizado y Purito aún tiene que convencerse de que lo puede hacer muy bien”.