Entrañable y familiar, con un recorrido exigente físicamente y muy cómoda en el aspecto técnico, con una cuidada y esmerada organización y sobre todo, con una fantástica y abundante barbacoa final.
Hay muchas maneras de empezar el mes por excelencia de las vacaciones. Nosotros elegimos acudir el pasado 1 de agosto a Piedralaves (Ávila), en pleno Valle del Tiétar, lugar escogido por miles de veraneantes que vienen a descansar a esta bonita localidad abulense.
Ambiente muy distendido y festivo para recoger los dorsales por la tarde, con tiempo para ir preparando las luces y pilotos traseros de nuestras bicicletas. Completa bolsa «welcome pack», con maillot conmemorativo y abundantes detalles para los participantes.
Con luna llena, a las 21:45 h para esperar a que apenas hubiera luz solar, partimos más de 250 bikers a disfrutar de 23 km por las pistas y sendas de la II Marcha Nocturna de Piedralaves.
Salimos de la Piscina Municipal, para atravesar el casco urbano y de inmediato encarar la ascensión hacía la zona de baño de «La Nieta» y no dejar de ascender por empinadas rampas hasta tomar los 1.268 m y empezar un continuo descenso hasta llegar a la meta en la misma Piscina Municipal. Todo el recorrido, flanqueado por frondosos pinos que a veces nos dejan adivinar por donde estamos.
Desde arriba, increíbles vistas nocturnas del Valle del Tiétar y de Piedralaves, y un rosario de «luciérnagas»por los caminos, que era la impresión que dábamos con nuestra iluminación sobre bicis y cascos.
Absoluto despliegue de Protección Civil y voluntarios del Club Polideportivo de Piedralaves para que nadie se despistara y se perdiera en la ruta, además de la colaboración de la Policia Local.
Bebidas antes de partir y al terminar la prueba, además de disponer de duchas y parking vigilado para las bicicletas, y por supuesto, cena de barbacoa con panceta, cinta de lomo o hamburguesa, con abundante bebida y fruta.
La cena, la agradable temperatura de esa noche, los amigos y conocidos, los chascarrillos sobre como habíamos superada la ruta, el sorteo de gran cantidad de material deportivo y sobre todo, las ganas de pasarlo bien, hicieron que muchos de los bikers y acompañantes alargaran la velada hasta altas horas de la noche.
Era mi primera participación en la prueba, pero mi sensación es que nos vamos a encontrar más veces con nuestros amigos de Piedralaves en su Marcha Nocturna.
Para el año que viene, estar atentos y reservaros una tarde de verano para disfrutar de la bici, del entorno de la ruta y sobre todo, de los amigos y la familia.
Nos vemos por los caminos…