Ha sido el escenario perfecto para desarrollar una nueva edición de la vuelta ciclista a la isla donde el buen tiempo, el compañerismo y la autenticidad de este deporte de máxima exigencia han puesto el broche de oro a esta cita.
Los casi 300 ciclistas participantes se enfrentaron en la primera etapa a un recorrido de 69 km que transcurrió por el sur de la isla y en el que los dos tramos cronometrados pusieron la emoción a la jornada. Fue Lluis Mas, del Caja Rural, quien se hizo con la victoria de la etapa con un tiempo acumulado de 11’14’’ mientras que en féminas fue Mayalen Noriega quien sumó 14’04’’.
La segunda jornada de la Vuelta tuvo nombre propio: José Miguel Fernández, que tardó tan solo 72 minutos en hacerse con la victoria del Trofeu Festes de Sant Mateu en una trepidante carrera. Se pudo ver cómo el alto nivel de ciclistas como Rubén Fernández (Movistar), Lluis Mas (Caja Rural) o Luis León Sánchez (Astaná) hacían valer su pedaleo de corredores top en el universo UCI –Union Cycliste Internationale-.
A tan solo 10 km de la meta, en pleno descenso, los profesionales empezaron a ceder el paso porque José Miguel Hernández se adelantó a sus compañeros de fuga y apareció en primera posición en la línea de llegada. Su crono de 1 hora, 12’ 58’’, prácticamente inmejorable, le dio una victoria por todo lo alto.
Durante la tercera etapa, los 280 corredores inscritos en la ronda completaron un recorrido por terrenos variados, que en la primera mitad de la ruta, transcurrieron por el norte (hasta llegar a Cala Sant Vicent y Benirràs) para descender de nuevo a Sant Antoni, vía Sant Miquel, Santa
Gertrudis y Sant Rafel. Hubo subidas por vías de asfalto descarnado: tocó sufrir en las zonas de Cala Mastella, sa Cala o el Port de Sant Miquel. En la cronometrada de sa Cala se escapó José Márquez, distanciándose de Vicent Roig lo suficiente como para asegurarse la victoria en la general por solo 33 segundos.
Mayalen Noriega, vencedora femenina, mostró su entusiasmo nada más terminar la prueba: «aquí nos miman tanto que es un placer venir a mezclar turismo, paseo ciclista y un poco de competición. Esta isla es insuperable en BTT pero tiene rincones maravillosos para recorrerla en bici de carretera. En Semana Santa vuelvo seguro a sudar con la bici de montaña», concluyó Mayalen.
Año tras año, han parecido fieles participantes que quieren formar parte de esta aventura. Es el caso de Ferrán Ramón, un catalán que lleva una década sin faltar a la Vuelta. El sábado apareció con un maillot de la edición de 2005. Fue su homenaje particular al añorado Bartolo Planells,
al que le unía una buena amistad. «Éramos muy amigos. Bartolo era un gran tipo con el que daba gusto hablar de ciclismo», comenta Ferrán. La isla es para él un viaje obligado cada vez que llega octubre.
Esta edición pone punto y final a una prueba que ha dejado momentos inolvidables protagonizados no solo por las grandes figuras que hasta aquí han llegado –venidos de distintos lugares del mundo- sino por los aficionados que han ofrecido su aliento en cada una de las etapas, volcándose con los participantes y llenando de emoción cada rincón de Ibiza.