Espectacular recital de buen ciclismo ha dado hoy el Suizo Fabian Cancellara del equipo Leopard-RadioShack . Tiene perfectamente cogida la medida al pavé, el polvo, el sufrimiento y eso que días anteriores dio a parar con su propio cuerpo contra la dureza de este histórico recorrido.
Sep Vanmarcke el belga del equipo Blanco Pro Cycling Team aguantó los duros arranques de Fabian Cancellara con el que llegó en solitario a meta a golpe de relevos.
París – Roubaix 2013, tercer monumento de la temporada, carrera por la que no pasan los años, de esencia impasible. Los lógicos avances ocurridos a lo largo de la historia no han mermado el espíritu de la que para muchos es considerada la carrera más dura del mundo. Sería tedioso realizar una retrospectiva de la carrera, pero las contundentes declaraciones del ex-ciclista Theo de Rooy tras su abandono en 1985 definen muy bien como es la París-Roubaix: “Es un montón de mierda, es un completo montón de mierda… trabajas como un animal, no tienes tiempo para mear y te lo haces encima… Corres sobre el barro, resbalándote… es un montón de mierda, debes limpiarte un poco o te vuelves loco…” Tras estas declaraciones un periodista le preguntó si volvería a correrla, De Rooy contestó, “¡Por supuesto! ¡Es la carrera más bonita del mundo!”

Así es la París-Roubaix, una carrera sin término medio, la amas o la odias. Para el aficionado un espectáculo, una carrera impredecible con muchos condicionantes que hacen que en el velódromo de Roubaix no siempre se corone el más fuerte. Para los ciclistas un duro examen, muchos la preparan de manera especial, otros simplemente la evitan, no están dispuestos al sufrimiento o al riesgo que una carrera como esta conlleva.
La Troueé d´Arenberg o el Carrefour de l´Arbre son escenarios que forman parte del imaginario de todo aficionado al ciclismo, aunque sea de manera inconsciente, iconos de esta especial carrera.
La edición de 2013 presentaba una variación en su recorrido haciendo que el kilometraje sobre el pavé haya ascendido a 56,2 kilómetros del total del recorrido. 254 kilómetros y 27 sectores de pavé han sido testigos del espectáculo que hemos vivido hoy. Tras la exhibición de Cancellara en E3 Harelbeke y en el Tour de Flandes su nombre salía a relucir en todas las quinielas como máximo favorito, aspirante a un nuevo doblete que ya consiguiera en 2010. La ausencia de Tom Boonen tras su caída en Flandes nos ha privado de nuevo de un duelo entre dos de los mejores clasicómanos que nos ha dado la historia del ciclismo. Chavanel, Boasson Hagen, Roelandts, Thor Hushovd … Muchos eran los nombres que se apuntaban como posibles ganadores.
Rapidísima. Así ha sido esta París-Roubaix. Al paso por Arenberg un grupo de cuatro escapados lideraba con más de un minuto y medio sobre el pelotón perseguidor. Arenberg no se ha cobrado bajas importantes en forma de caídas o averías mecánicas pero sí ha hecho que el pelotón se viera reducido prácticamente a la mitad. Tras el paso por diferentes sectores la situación de carrera era estabilizada por parte de Radio Shack que controlaba en todo momento las diferencias con los de delante y los movimientos por parte de algunos corredores. A 58 para el final Hayman, Steegmans lideraban y a ellos se unía el suizo Michael Schar que en una persecución dura en solitario les daba caza. Este terceto se situaba a un minuto de ventaja sobre el pelotón perseguidor. Los movimientos y la presencia de Sky en cabeza del pelotón dejaban claro que a Radio Shack y Cancellara no les iban a regalar nada. A 51 de meta momento clave. Cancellara pasa a la acción tomando el mando imprimiendo un ritmo fuerte y creaba una selección con los grandes favoritos, Chavanel, Hushovd, Vansummeren, Flecha… En la entrada a Mons-en-Pevele el reducido pelotón había alcanzado al grupo de cabeza. En este sector un sensacional Juan Antonio Flecha ha tensado la cuerda y su movimiento ha reducido el grupo de cabeza a 12 unidades eliminando de la carrera a grandes favoritos como Chavanel o Edvald Boasson Hagen. En el sector 8 Pont-Thibaut a poco más de 38 de meta se rompía el grupo con los continuos movimientos por parte de diferentes corredores pero no llegaba a cuajar y se compactaba de nuevo. La tensión era evidente, Flecha, Cancellara, Lars Boom, Sep Vanmarcke, Van Avermaet…
Un hecho curioso ha sido ver como mientras Cancellara mantenía una conversación con el coche de equipo ha visto como se descolgaba y para recuperar la cabeza ha tenido que realizar una dura persecución en solitario para volver a alcanzar el grupo. A 25 kilómetros de meta y a falta de 6 sectores de adoquín por delante se situaban con una ventaja de 40 segundos Vanmarcke y Vandenbergh. En el grupo de favoritos todos se vigilaban, nadie quería regalar esfuerzos. Se estaban jugando la carrera.
23,4 kilómetros a meta, momento clave, Fabian Cancellara arranca la moto y hace daño en el grupo, solo Stybar aguanta a su rueda. A 20 de meta ya habían alcanzado a Vanmarcke y Vandenbergh y el cuarteto rodaba con casi 40 segundos de ventaja sobre los perseguidores. Se llegaba al Carrefour de l´Arbre y un toque con un espectador provocaba una feísima caída de Vandenbergh que quedaba eliminado aunque continuaría en carrera. Cancellara de nuevo forzaba al máximo y en este mismo sector Stybar se veía desestabilizado tras un toque con un espectador que le hacía perder la cabeza de carrera. Por tanto Cancellara y Vanmarcke se encontraban a 15 de meta en solitario. Un mal compañero para Fabian pues el enorme estado de forma de Vanmarcke y su punta al sprint le convertían en el peor de los rivales para coronarse en el velódromo de Roubaix. Así las cosas a 10 de meta el dúo de cabeza contaba con 50 segundos de ventaja sobre Stybar y más de un minuto sobre el resto de perseguidores. A falta de 4 de meta un nuevo movimiento de Cancellara intentando de nuevo marcharse pero Vanmarcke sufriendo no perdía su rueda. La entrada en el velódromo nos ha brindado un espectáculo digno del auténtico ciclismo en pista con un marcaje entre Sep Vanmarcke y Fabian Cancellara como pocas veces hemos visto en el velódromo de Roubaix. El belga, ganador el año pasado en la Omloop Het Nieuwsblad batiendo a Boonen al sprint se presentaba como el favorito, pero la fatiga, la clase y el ansia de victoria han hecho que Espartaco se corone de nuevo como el rey de los adoquines repitiendo el doblete que ya consiguiera en 2.010
Un ambiente mágico, una carrera especial, nunca defrauda. Para los amantes de las clásicas de adoquín comienza ahora un vacío que volveremos a llenar el año que viene. Seas o no un apasionado de este tipo de carreras seguro que la París-Roubaix no te ha dejado indiferente, de nuevo un año más. Como ayer mismo declaraba Sean Kelly acerca de esta mágica prueba en una conversación «It´s a beautiful race to win but a horrible race to ride».
No quisiera acabar este artículo sin hacer una mención especial. Desgraciadamente el gran Miquel Poblet nos ha dejado. La luz de una de las grandes figuras de nuestro ciclismo perdió ayer intensidad, aunque nunca se apagará. Poblet fue un pionero. Sus numerosos éxitos en las tres grandes vueltas no ocultaban su extrema pasión por las clásicas (ganador de dos Milán- San Remo entre otras). Aquella París-Roubaix de 1958 siempre fue una espina clavada en su carrera. 15 centímetros le separaron de la victoria. Seguro que desde ahí arriba ha vibrado y ha disfrutado la carrera de hoy. Desde Iberobike mandamos nuestras más sinceras condolencias a la familia del gran Miquel Poblet y a todo el mundo del ciclismo. A usted, señor Poblet, solo decirle una cosa, GRACIAS.