Qué Remco Evenepoel tuvo un mal momento ayer cuando Primoz Roglic decidió atacar a falta de cuatro kilómetros para la cima de Javalamabre, lo vimos todo.
Pero lo cierto, es que cuando todos esperábamos que el belga iba a perder una minutada si los Jumbo-Visma junto a Enric Mas continuaban a ese ritmo, Evenepoel se repuso y metió una buena marcha para incluso recortarles tiempo.
Su cara no era ni mucho menos la de ir sobrado, es más, nadie en un puerto como Javalambre puede ir sobrado, excepto Sepp Kuss…
El americano dio un recital y llego sonriente a la meta.
Tras la dura jornada, llegó el turno de las entrevistas a los protagonistas, donde Remco Evenepoel quiso quitar madera el fuego sobre su posible mal día sobre la bicicleta de carretera.
Según Evenepoel, si ayer tuvo un mal día, lo firmaría ahora mismo para el resto de La Vuelta
Evenepoel se repuso y pudo casi alcanzar a Enric Mas, que en el último kilómetro de ascensión reventó el motor.
Y es que en llano, las arrancadas de Evenepoel no tienen rival, pero subiendo, las piernas no le responden igual, sobre todo cuando un escalador decide meter la directa.
Responder a esos ataques no solo le cuesta al belga, sino que si lo intenta, corre el riesgo de quedarse totalmente parado.
Es quizás en lo que se refiere el ciclista del Soudal-Quick Step con aquello de que no le preocupó mucho el ataque de Roglic, el fue a su ritmo.
En concreto, estas fueron las palabras de Remco Evenepoel tras cruzar la línea de meta con medio minuto perdido ante Roglic y Vingegaard:
«Cuando los demás se marcharon, yo iba a mi propio ritmo y al final fui 30 segundos más lento que los más rápidos.
De hecho pude acelerar en los últimos dos kilómetros, así que fue un poco extraño. Digamos que fue un mal momento.
No sentí que estaba haciendo todo lo posible, sentí más bien un ritmo controlado, pero simplemente no podía superar ese límite. A veces tienes algunos días así y hoy me tocó a mí no tener las mejores piernas.
La carrera fue muy, muy difícil desde el primer momento, creo que sólo necesitaba encontrar mi propio ritmo, tranquilizarme un poco.
Lo bueno es que todavía me quedaba algo en los últimos 500 metros.
Como dije, si fue un mal día, entonces está bien.
Comencé a sentir las piernas vacías cuando se acabó el descanso, y tuvimos un momento un poco fácil, fue entonces cuando comencé a sentir que tenía las piernas un poco más pesadas.
Así que esperemos que este haya sido uno de los peores días en estas tres semanas”.