Seguridad ante todo para ciclistas y personal de carrera, pero recortar una etapa de 199 a tan solo 75 en pleno Giro de Italia, duele solo de escucharlo.
La decimo tercera etapa del Giro, una de las etapas clave de la carrera, se ha quedado algo más que coja.
Los motivos de dejar en tan solo 75 km y una etapa que casi tenía 200 km de recorrido, vuelve a crear motivos más que suficientes para aquellos que opinan que el ciclismo de hoy en día, no es ni por asomo aquel con el que crecieron.
El argumento de la organización del Giro para el recorte tan drástico es sencillo: «Condiciones climáticas adversas«.
Se habla de lluvias torrenciales, de viento, incluso de cimas nevadas, además de las bajas temperaturas.
Los ciclistas profesionales, la mayoría, presiona a la organización para que tome medidas cuando llueve o hace frío
La organización del Giro de Italia, al igual que cualquier otra competición ciclista, puede decidir por si sola los devenires de la carrera, siempre que estos sean justificados.
En el caso de hoy, y como vimos recientemente en la O Gran Camiño 2023, los ciclistas profesionales no solo tiene voz y voto, sino que tienen bastante más fuerza que la propia organización y los jueces de carrera.
Si no se les hace caso a sus plegarias, se plantan y no salen. Esto no quiere decir que es lo que haya ocurrido hoy en la decimo tercera etapa del Giro, pero el riesgo de que ocurra siempre está presente.
Y el Giro no puede permitir eso…
Se habla de que si el Giro de Italia no quiere llegar a Roma con 50 ciclistas, la organización ha de hacer las cosas más llevaderas, al menos mientras sigua lloviendo y haga frío
Todos lo caminos conducen a Roma, pero no todos son igual de complicados.
El Giro continúa, pero con tanto abandono, tanta caída, tanto frío, y tanta lluvia, la carrera está quedando algo deslucida.
Hay quien sigue opinando que si hace frío, existen hoy en día prendas ciclistas para cruzar Alaska en bicicleta en plena tormenta de nieve, frenos de disco y cubiertas para frenar la bicicleta ante cualquier condición climática, hasta guantes, zapatillas y orejeras con «calefacción», y un sin fin de mejoras para pasar el frio y la lluvia lo más llevadero posible sobre la bicicleta de carretera.
En una competición ciclista como el Giro de Italia, hay mucho más detrás que no vemos y no nos cuentan que motiva a estos cambios
También está la opinión de que si es por seguridad, el que no quiera que no arriesgue, pero el que es habilidoso sobre la bicicleta de carretera o al ciclista que le va mejor el frío que el calor o el entre tiempo, está en su derecho de arriesgar en este tipo de etapas.
¿Por qué se recorta en 120 km el recorrido y no se hace un recorrido similar en longitud pero sin tanto puerto de alta montaña?
Este tema también mosquea, ya que dejar una etapa en tan solo 75 km, significa que desde la misma salida se van a ir a tope, subiendo y bajando, por lo que el riesgo de caídas y accidentes puede aumentar.
Y no están las cosas en el Giro de Italia para más disgustos y más abandonos fortuítos.
Imágenes del Passo de Gavia en el Giro de Italia 1988:
Pero cambiar de la noche a la mañana un recorrido conlleva demasiados problemas, sobre todo de cortes de carreteras, organización del personal, publicidad, acuerdos y contratos, seguros, y un sin fin de problemas que hace prácticamente imposible hacer una etapa «diferente» a la planeada desde hace meses.
Sea como fuere, la sombra de que el ciclismo de antaño superaba con creces al ciclismo actual, sigue estando presente, y más cuando el problema es el frío o la nieve, teniendo todo lo necesario para pasar horas sobre la bicicleta sin sufrir demasiado.
Pero todo sea por la seguridad de los ciclistas y por que el Giro de Italia 2023 no termine en espantada general.