La dura imagen de Madrid desierto durante el Estado de Alarma. Sin trabajadores, sin niños, sin turistas, sin ruido. Nadie en sus calles salvo los servicios mínimos de transporte, los cuerpos de seguridad y alguna que otra bicicleta.
Carlos Deteibols, de Madrid en bicicleta, sigue teniendo que ir a trabajar durante el Estado de Alarma decretado en España, y como cada día del año, salvo fuerza mayor, realiza su trayecto de casa al trabajo en bici, y vuelta.
A veces utiliza el transporte intermodal, pero en estos días es mejor evitar el transporte colectivo, ya sea, metro, autobús, tren, etc.
El riesgo de contagio es alto en lugares cerrados y cerca de otras personas, sobre todo, donde transitan cientos de personas cada día (normalmente miles).
Por eso realiza todo el trayecto cruzando Madrid en bicicleta, evitando cualquier contacto con otras personas o mobiliario urbano.
En su último vídeo nos muestra como se encuentra la Gran Vía madrileña cada día de confinamiento en el trayecto de casa al trabajo. Totalmente vacía.
En todo su recorrido se cruza con algún autobús, un par de taxis y tres o cuatro coches y poco más. Frente a él, un solitario repartidor de Glovo en bici.
«Lo triste, es que es real. Acongoja»
Según lo describe, lo que se siente es miedo.
El único ruido que se escucha es el silencio de su propia bicicleta.
Os dejamos con el vídeo de la Gran Vía de Madrid desierta, grabado desde la cámara colocada en bicicleta para que lo «disfrutéis» y lo compartáis con vuestras amistades para que puedan ver cual es la realidad en una de las calles más concurridas de Madrid, sino la que más.
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