El pasado mes de agosto Ivan González fue multado por comer un croissant mientras circulaba con su bicicleta por la zona urbana en Barcelona.
La multa de 101 euros, fue justificada por la policía municipal al considerar que Ivan conducía de forma temeraria.
Bien es cierto, que ir manipulando un alimento mientras se lleva una bicicleta no es la mejor de las ideas, ya que te limita a poder usar únicamente una de las manos y en caso de maniobra brusca podría conllevar a un susto, pero quizás un pequeño tirón de orejas a modo de aviso hubiese sido suficiente.
Esta noticia nos lleva nuevamente a una pregunta que circula en bucle en nuestras mentes.
¿Realmente existe una caza de brujas con los ciclistas?
Os invitamos a que hagáis memoria sobre estos hechos y respondáis:
- ¿En cuantas ocasiones sois adelantados por coches que aun yendo a grandes velocidades, sois capaces de percibir el rastro a mariguana que sale de su interior?
- ¿Cuántos conductores podríais sumar en un día haciendo uso de sus móviles al volante, bien sea para hablar, o lo que es peor, para estar washapeando?
- La ingesta de un croissant puede alargarse durante aproximadamente un par de minutos.
Un conductor fumando durante todo el camino usando esa mano para sostener el cigarrillo, generando una gran humareda que en muchas ocasiones irrita la vista del conductor, quita visibilidad por el propio humo e incluso pone en riesgo la circulación del mismo si se da el caso de caerse el cigarrillo sobre la tapicería.
- ¿Cuántos repartidores vemos repasando los pedidos en marcha?
- ¿Cuántos conductores vemos ingiriendo alguna bebida o alimento?
Y- y ahora la última de las preguntas, ¿a esta gente porque no se la multa?
Recordemos que un vehículo puede causar muchísimos más daños que una bici y sin embargo diariamente vemos acciones que asumimos como rutinarias pero que realmente ponen en riesgo a mucha gente.
¿Qué tal si comenzamos por sancionar a todos esos vehículos que no hacen un uso correcto de las luces?
Ahora que llega la época donde los días son lluviosos, podemos comprobar que los conductores se niegan a encender las luces de sus vehículos, cuando la leí de trafico obliga a encender las luces de cruce (que no posición) cuando la visibilidad es reducida.
Hablamos de visibilidad reducida cuando los obstáculos se ven con dificultad. Nuestro vehículo, para el resto de conductores pasa a ser un obstáculo, en esas circunstancias, cuando amanece, anochece, haya nieva, llueva intensamente y más aun si el color de nuestro vehículo es poco visible, nos tendremos que hacer ver encendiendo las luces de cruce. Ya que estas, no solo están para ver sino también para ser visto.
Este hecho es el causante de muchos accidentes en nuestras carreteras, causante de muchas vidas perdidas y que sin embargo las autoridades pasan por alto. ¿a caso conocéis a alguien que haya sido multado por no llevar las luces en un día lluvioso con mala visibilidad?
A muchos les parecerá incluso un comentario exagerado ¿y si… decimos que un conductor ha sido multado por conducir sin alumbrado a altas horas de la madrugada?
Pues sí amigos, Ivan González fue multado con 101 euros por comer un croissant mientras muchos diariamente circulan sin luces, cambiando de CD mientras conducen, con su bebida con cafeína a un lado, contestando a su móvil y a la vez que fuman.
