Yağmur Z. de Estambul, Turquía, afirma que el amor de su marido por su bicicleta ha dañado su relación y es la causa por la que solicitó el divorcio. Yağmur alegaba «Mi esposo siempre pasa más tiempo con su bicicleta que conmigo, con ella tiene un tipo de vínculo especial». Como ejemplo, que su marido hizo reparaciones de bicicletas en el medio de la sala de estar.
Yağmur Z. reclama el equivalente a 85.000 euros a su esposo, Burak Z., porque la excesiva atención que prestó a su bicicleta en lugar de a ella, eso supuestamente afectó su bienestar mental. Ella afirma que está «literalmente enamorado de su bicicleta».
Dailysabah.com informó que Burak Z. alega que solo realizaba las reparaciones en el salón de la vivienda que comparte con su mujer. Si esto sienta precedente los ciclistas tendrán que empezar a considerar donde reparan sus bicicletas y la atención que les dedican a sus parejas para evitar futuros divorcios.
La pareja sigue aun casada, pero lo que si parece es que Burak Z. es un MAMIL (Hombre de mediana edad en Lycra) hombres que no se separan de sus bicicletas. El hecho de que los ciclistas tienen un vínculo especial con sus bicicletas es algo inegable, pero de ahí a que se convierta en motivo de divorcio….
Fuente: www.dailysabah.com