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Diferencia entre un ciclista y una persona que va en bicicleta

La diferencia entre un ciclista y una persona que va en bicicleta (no vamos a poner que “monta en bici” para que nadie se ofenda), es esta: n-i-n-g-u-n-a.

Pero vamos a desarrollar esa gran diferencia para que los ofendidos, al menos tengan donde agarrarse, a parte de su manillar de carbono de alto módulo.

Partiremos de la definición que nos da la RAE o el Diccionario de la Lengua Española. Sí, esa cosa gruesa con hojas de papel y palabras raras escritas todavía existe, al igual que los cuadernillos de caligrafía Rubio. Pero bueno, para facilitar las cosas te dejamos el enlace de la versión online aquí.

La RAE dice así:

ciclista

Del fr. cycliste.

1. m. y f. Persona que anda o sabe andar en bicicleta. U. t. c. adj.

2. m. y f. Persona que practica el ciclismo. U. t. c. adj.

3. adj. Perteneciente o relativo al ciclismo.

Con esto bastaría para aclarar las dudas que muchos tienen, cuando nombramos como Ciclista en las publicaciones a personas en bici que atropellan coches en las ciudades, ciclistas que atropellan con su bici a personas, delincuentes en bicicleta de todos los colores y sabores, o incluso domingueros de carril bici en chándal o pantalones vaqueros.

Pero por si te has perdido en la larga definición de la RAE anterior, te hago aquí un resumen de la definición de Ciclista:

Persona que anda o sabe andar en bicicleta.

Bien. Ya aclarado el tema, ahora solo me queda opinar. Recuerda que esto, está publicado en iberobike, pero Iberobike lo forman más de 20 personas (el enlace sólo puedes verlo en versión pc), todas ellas ciclistas de multitud de disciplinas de las dos ruedas, y en este caso es un artículo de opinión. (este si lo puedes ver en versión móvil).

Existen personas, bueno, vamos a llamarlos por su nombre, existen ciclistas, que como bien decían en un comentario no hace mucho tiempo en nuestro Facebook, poseen un aura especial que los hace ser unos seres superiores, en este caso, seres ciclistas superiores al resto.

Al parecer, cuando van por la carretera o la montaña, el carril bici, en coche, en una marcha o competición ciclista o andando por la vida misma, y se cruzan con una persona montando en bicicleta que no va acorde con lo que ellos tienen establecido en su mente como “ciclista”, ya sea por que su vestimenta no es la “correcta”, o no lleva una bicicleta de miles de euros, o va a 15 km/h en llano y cuesta abajo, o un largo etcétera.

Parece, y recalco esto por que no estoy seguro de lo que realmente piensan al verlos, que estas personas montando en bicicleta, son tan diferentes a ellos, que literalmente se quedan fuera de su aura mágica ciclista, y como resultado y por derecho adquirido, ya no son ciclistas.

Y yo me pregunto ¿por qué?.

Pero esa respuesta no la tengo, o quizás esté un poco perezoso al ser Domingo por la tarde para meterme en la cabeza de nadie a rebuscar en su cerebro por que ellos si son ciclistas, y los que no van como ellos no.

También está el caso de lo clásico, lo de siempre, la tradición. Pero hijos míos, estamos en el año 2019.

Hace veinte o treinta años, cuando sólo montaban en bici los niños pequeños y los frikis de las bicicletas, antes de Indurain y Perico, de las bicis plegables y las mountainbais, las ebikes o bicicletas eléctricas, los carriles bici o la moda de la lycra actual, en esa época, quizás lo hubiese podido entender.

Pero eso ya pasó, ya no somos cuatro gatos los que montamos en bici, el uso de la bicicleta se ha extendido, sobre todo en las grandes ciudades, y cada vez vamos a ver a más personas montando en bici para todo, incluso para delinquir, y muchos más tipos de bicicletas que no son las de siempre, en nada tendremos bicicletas voladoras y todos querrán tener una, y nos guste o no, ellos, también son y serán ciclistas mientras tengan que pedalear y vayan sobre ruedas. No como tu o como yo seguramente, pero ciclistas.

Los comentarios de la redes sociales, que os vamos a contar. Si una publicación tiene treinta comentarios, seguramente que ya los hemos tenido que moderar, y cinco han sido eliminados porque solo comentan para insultar al personal, otros cinco comentan sin ni siquiera haber leído el primer párrafo del artículo, y otros cinco son tan ilegibles, que no sabemos qué hacer con ellos o que traductor usar para descifrarlo.

Esto es lo normal, el día a día de las redes sociales. No tenemos que estar de acuerdo con todos los ciclistas, ni con todas las personas, ni si quiera caerles bien. Hay un par de frases del fallecido Umberto Eco, que resumen bastante bien lo que se cuece hoy en día en internet y en concreto en las redes sociales, y no es el único cáncer que padecemos, otro día hablaremos de Instagram, los falsos «followers» y los famoso «influencers ciclistas«. Espero que nadie se ofenda por esto (como si alguien vaya a leer hasta aquí abajo o no se vaya a ofender…).

«Si la televisión había promovido al tonto del pueblo, ante el cual el espectador se sentía superior, el drama de Internet es que ha promovido al tonto del pueblo como el portador de la verdad».

Umberto Eco.

Y realmente lo cuento porque, como medio, no podemos poner un título tipo “un señor de cuarenta y cinco años montando en bicicleta ha sido atropellado en el carril bici de la Calle Alcalá de Madrid por un conductor de una furgoneta borracho que se dio a la fuga”. Es inviable.

Y muchas veces ocurren noticias muy similares o que se publican en todos los medios, y el título no puede ser siempre el mismo. Se busca la originalidad siendo lo más correctos posible.

Existen unas normas básicas en las que se intenta acortar los títulos lo máximo posible y hacerlos lo más atractivos para el usuario. Imagina si no entran a leer ni el primer párrafo con un título corto, si ponemos una parrafada así, estaríamos todo el día borrando comentarios absurdos de personas que sólo opinarían por el título.

Existen también personas que critican que llamemos ciclistas a este otro tipo de ciclistas que no son como ellos, y que metamos a todos en el mismo saco. Y no, nosotros no somos el hombre del saco, y tampoco tenemos la culpa de que existan los ciclistas del lado oscuro o el odio al ciclista.

Pero es que la palabra ciclista se puede utilizar para definir a un colectivo, pero también para una persona que se mueve en bicicleta. Así lo establece la RAE y cualquier autoridad.

Un Guardia Civil, un Juez o la propia DGT, no van a distinguir si tu sales todos los domingos vestido de licra o has utilizado la bicicleta para ir a por el pan en chándal. Una vez que te subes a una bicicleta la ley te considera «ciclista».

Cuando estudiaste en la autoescuela si es el caso, ciclista se considera cualquier persona que vaya montado en una bicicleta, sin distinción.

Ofenderse por que se le llame ciclista a una persona con la que nosotros mismos no nos identificamos por es que es «diferente» a nosotros, en vestimenta, tipo de bicicleta o uso que le da a la misma, no es lo correcto.

Puede ser respetable, pero todos somos iguales y nadie se puede considerar superior al resto por hacer más kilómetros, salir más días a la semana o tener la mejor bici y equipación de la ciudad.

Publicaremos todo lo que tenga que ver con bicicletas, de cualquier tipo, y con ciclistas, del tipo que sea y del rincón más recóndito del mundo, y si existen ciclistas que se saltan las normas de tráfico, lo pondremos, o ladrones en bici, lo pondremos, o ciclistas borrachos y sin casco por la acera, también lo pondremos. Hagas lo que hagas, siempre habrá ofendidos, eso no nos lo va a quitar nadie.

Pero no por ello debemos de dejar de llamar a las cosas por su nombre. Existen muchos tipos de ciclistas y muchos más que vendrán, pero no por ser diferentes a nosotros o nuestra modalidad, dejan de serlo.

Una persona que pedalea sobre una bicicleta, siempre será un ciclista.