Las bicicletas eléctricas siguen aumentando en todas las calles, carreteras y caminos del mundo.
Las ventajas que estas añaden a una bicicleta convencional, sobre todo a la hora de los desplazamientos urbanos en ciudades donde las distancias son relativamente largas o los desniveles acentuados, son muchas.
Su uso permite que personas que antes ni tan si quiera se planteasen utilizar este medio de transporte sostenible a corto o medio plazo, ahora no solo se lo planteen sino que den el paso para adquirir una bicicleta con motor eléctrico.
Subvenciones del 30% por la compra de una bicicleta eléctrica
Infinidad de grupos políticos de toda índole están intentando que cada vez haya más bicicletas en nuestras calles, sobre todo en las zonas más colapsadas y congestionadas de las grandes ciudades.
El espacio que ocupa una bicicleta es hasta seis veces menor que un coche de tamaño medio, por lo que el ahorro de espacio y sobre todo de emisiones de C02 y acústicas, se reduce.
Qué decir de los accidentes y atropellos, más cuando muchas ciudades del mundo andan buscando el ansiado 0 (Visión Zero), en cuanto a muertes por accidentes de tráfico en sus calles hacia peatones, patinetes y ciclistas.
El nuevo incentivo propuesto en el Senado de los Estados Unidos propone un nuevo incentivo para la compra de bicicletas eléctricas, basado en una subvención del 30% del precio total de la ebike más distintas reducciones fiscales.
«Las bicicletas eléctricas no son solo una moda para unos pocos elegidos, son una forma de transporte legítima y práctica que puede ayudar a reducir nuestras emisiones de carbono.»
Jimmy Panetta
Las bicicletas que se podrían acoger a esta reducción de precio serían las de tipo 1, 2 y 3, y cuyas velocidades no superen los 45 km/h.
El máximo descuento asociado a esta subvención nunca podrá ser superior a los 1.500 dólares y el precio máximo de compra deberá ser inferior a los 8.000$.
La propuesta de ley ha sido presentada, ahora deberá ser aprobada, y una vez llegados a este paso, limar las diferentes opciones hasta llegar a un acuerdo entre la Cámara de Representantes y el Senado para que finalmente sea puesta en práctica.