La marca de bicicletas eléctricas Rad Power Ebikes y el fabricante de cascos Giro Sport Design se enfrentan a una demanda por el fallecimiento de una niña de tan solo 12 años de edad.
La demanda, por homicidio negligente o involuntario, ha presentado diversas pruebas contra los dos fabricantes, los cuales, según la propia familia de la menor, fueron los causantes de su muerte.
El accidente ocurrió el pasado 31 de enero de 2021, cuando Molly Steinsapir, la niña en cuestión, tuvo una caída con una de las bicicletas eléctricas de Rad Power.
La niña fallecida viajaba de pasajera en una de las Ebikes de Rad Power
Para más detalles sobre este tráfico suceso, la ebike en cuestión se trataba de una Rad Power RadRunner.
Molly Steinsapir viajaba de pasajera mientras que la bicicleta eléctrica era manejada por una amiga, esta de tan solo 11 años de edad.
Entre las acusaciones de la familia Steinsapir al fabricante de bicis con pedaleo asistido, se encuentran varias.
Las principales son que en el manual de la bici eléctrica en cuestión, no se especifica claramente que son bicicletas para mayores de 18 años. Esto solo aparece una letra muy pequeña y escondida al final del manual.
La demanda también establece que el utilizar unos potentes frenos de disco con cierres rápidos convencionales, puede hacer e hizo que la niña frenase bruscamente con el delantero y el cierre de la rueda se aflojase por la potencia de los frenos de disco.
También se ha incluido la demanda el diseño del cuadro y horquilla. Según esta, el «trail», la distancia virtual donde la rueda toca el suelo con el eje virtual de giro, es inusual, haciendo que la bicicleta sea inestable a altas velocidades.
El modelo RadRunner 2 parece haber solventado este pequeño problema.
La niña partió el casco en la caída con la bicicleta eléctrica y sufrió graves lesiones en el cerebro
El accidente ocurrido el 31 de enero del pasado año, se produjo cuando ambas niñas ascendieron una cuesta en la misma bicicleta Rad Power.
Según la familia, sin la ayuda del motor eléctrico, nunca podrían haber subido tal cuesta.
En el descenso, la niña de 11 años que manejaba la bicicleta, perdió el control de la misma y ambas terminaron por los suelos.
El casco Giro se partió en dos, y según la familia no protegió la cabeza de su hija por estar defectuoso
Esta sufrió cortes y quemaduras, pero Molly Steinsapir quedó inconsciente en la carretera con un fuerte golpe en la cabeza.
Días después, el 15 de febrero de 2021, y tras varias operaciones en su cabeza, falleció en el hospital.
La familia también culpa a Giro Sport Design ya que el casco Giro que llevaba la fallecida se partió en dos y no evitó los golpes en su cabeza cuando ocurrió la caída con la bicicleta eléctrica.