No es la primera vez que nos paramos a pensar que los cambios que estamos viviendo en los últimos años en el mundo del ciclismo y también en la forma de desplazarnos dentro de las ciudades, es tan solo la puerta de entrada a un nuevo mundo donde las bicicletas eléctricas dominarán el mundo.
Hoy en día, si sales a montar en bicicleta cualquier día de la semana, seguramente te cruces con más de un ciclista en bicicleta eléctrica. Si vamos por la carretera la media baja, pero si lo hacemos por montaña e incluso por el carril bici o la ciudad, nos atreveríamos a decir que más de la mitad de los ciclistas que te cruzas, llevan un motor eléctrico en su bici.
Estamos a las puertas de 2022, y quizás aún sea pronto para que muchos aprecien el cambio, pero como bien auguraban los directivos de Bosch, uno de los grandes fabricantes de motores eléctricos para bicis de todo tipo, para 2025 se venderán más ebikes que bicis sin motor en toda Europa.
La tendencia es esa, y ya hay algunos países que se da esta «paradoja» de que se vendan más bicis eléctricas que tradicionales. El resto están al caer.
Hay muchos indicios de que así será, y el cambio no se realizará antes por lo que todos sabemos, los altos precios de las bicicletas eléctricas.
Si las bicicletas eléctricas fueran más baratas, seguramente muchos no se lo pensarían dos veces
Y no es que las mal denominada bicicletas «pulmonares« (¿quién narices se le ocurrió llamaras así?. Algún gurú seguramente…) vayan a desaparecer, aquí lo que se habla es de las ventas.
2025 es una fecha muy bonita y redonda, pero quizás esté demasiado cerca en el calendario y los acontecimientos de los dos pasados años en el mundo no han hecho sino retrasar un poco ese cambio.
Pero pongamos las miras un poco más allá, para dentro de 8 o 9 años. 2030 es incluso más redondo, y aunque da pie a estirar mucho la imaginación, no sabemos lo que ocurrirá el próximo año, mes o día, como para saber lo que el futuro nos presentará en 2030.
Pero si todo va según lo previsto, los catálogos de la mayoría de marca de bicicletas, tendrán un 90% de eléctricas frente a un 10 de no eléctricas.
La generación de niños «eléctricos»
Hoy en día ya existen, están ahí, y el claro ejemplo son que ese tipo de bicicletas también se venden.
Ya tenemos bicicletas sin pedales con motor eléctrico, bicis para niños (con ruedines incluidos) con asistencia en el pedaleo, y todo tipo de bicicletas infantiles eléctricas.
Dentro de poco habrá miles, millones de niños, cuya primera bicicleta ya lleve algún tipo de motor eléctrico, y difícilmente cambarán a la tradicional en el futuro. No sabemos si esto es bueno o malo, pero mirando al futuro, donde el 90% irá en bicicleta eléctrica, quizás sea incluso mejor que estén acostumbrados desde pequeñitos. ¡Qué mal suena todo esto…!
El hidrógeno tendrá un gran papel en las bicicletas eléctricas
No siendo la autonomía de las actuales ebikes un problema real como ocurre con los coches eléctricos, cuyas baterías duran un suspiro y encima necesitan de puntos de recarga específicos e inexistentes en la gran mayoría del planeta, las baterías de hidrógeno podrían tornarse como la gran solución.
Ya hemos visto como hay empresas que comercializan este tipo de bicicletas de hidrógeno, las cuales ni si quiera hace falta enchufarlas a la red. Basta con echar un poco de agua y unos «polvos mágicos» de un sobre, para tener cientos de kilómetros de autonomía. Si todo esto se mejora y simplifica, podremos ver infinidad de aparatos eléctricos movidos por hidrógeno en todo el mundo, desde un simple patinete eléctrico hasta un gran avión de pasajeros.
Quizás el punto de inflexión y no retorno sea cuando el petróleo llegue a precios que nadie podrá pagar, debido a que los pozos literalmente se están secando y en muchos de ellos ya no es rentable su extracción. Llegados este punto, todo se complicará tanto que el que no esté a la altura, en todos los sentidos, tenderá a desaparecer.
Pero esto ya es abrir el abanico demasiado, volviendo a las bicicletas, en 2025 veremos como está el panorama, pero viéndolo como esta a día de hoy, poco nos vamos a equivocar.