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¿Cuántos ciclistas absueltos por dopaje han demostrado que no se doparon?

Imagen de archivo

Hemos estado revisando gran cantidad de casos de dopaje en el ciclismo de los últimos años, casos en donde tras los recursos pertinentes a las diversas autoridades y los gastos en grandes abogados, de una media de 20 casos de ciclistas absueltos por doping que hemos analizado, solo uno de cada 20 demuestra que no lo hizo.

Vamos a explicarlo de otra manera.

Cuando alguien comete un delito, por leve que sea, en la justicia actual, basta cualquier resquicio al que agarrarse para que la acusación no llegue a buen puerto. Pero esto no quiere decir que el acusado no cometió el delito, simplemente que no se puede demostrar con las pruebas con las que se cuenta.

Lógico es, que siempre ha de prevalecer la presunción de inocencia, presunción que no existe en el ciclismo (como en otros tantos casos), pues primero se acusa públicamente y después el ciclista ha de tomar medidas judiciales necesarias para demostrar su inocencia.

Y es aquí donde nos surge el cortocircuito mental, pues hay muy pocos ciclistas profesionales y amateur, que tras ser sancionados por Federaciones y Agencias anti-dopaje, recurren por vía judicial, y son «absueltos» o por «falta de pruebas», o porque las pruebas no son fiables.

Problemas en la cadena de custodia de las pruebas

Es decir, análisis de sangre y orina en los cuales se detecto la sustancia prohibida, donde el precinto de seguridad está roto, no está firmada la hoja de entrega, no se sabe que persona lo transportó, no se guardó a la temperatura adecuada, y un largo etcétera de anomalías a las que muchos se agarran para «demostrar su inocencia».

Lógicamente no se puede acusar a nadie cuando las pruebas no son fehacientes, pero los ciclistas acusados no han ido por la vía judicial para demostrar su inocencia, han ido para buscar el resquicio al que agarrarse y desmoronar las acusaciones.

Con esto no queremos decir que se hayan dopado, pero tampoco podemos afirmar que no lo hicieran, pues no se demuestra tal cosa.

En este tipo de casos, que suele ser la gran mayoría, serían más fáciles de demostrar si las autoridades realizasen los controles adecuadamente con todas las garantías, sin dejar ningún cabo suelto.

Pero por alguna extraña razón, muchas veces existen multitud errores en los análisis, errores a los que la gran mayoría se agarran.

Esto también tiene el otro punto de vista. Puede haber mala fé dentro, o personas interesadas en hacer daño a determinados ciclistas, y que los análisis se modifiquen en el camino desde que se realicen hasta que son analizados. Incluso laboratorios corruptos como hemos visto en alguna ocasión (ocasión contada eso si).

Como ves no hemos querido dar ningún nombre concreto, pues no tenemos ganas de entrar en discusión con nadie, ni tampoco somos nadie para acusar.

Es simplemente una curiosidad que llevamos años viendo en los casos de dopaje del ciclismo en general y que parece que sigue sin quererse arreglar por las diversas instituciones.