Son muchas las marchas BTT las que conforman el calendario de pruebas populares, pero pocas tan esperadas cómo la de San Román de Campezo.
Pese a que todavía quedan algunas citas por delante, esta prueba suele marcar el final de la temporada BTT para muchos y muchas biker de Álava, y la mejor manera de hacerlo es atravesando un auténtico paraíso para la práctica de nuestro deporte y pasión, la BTT.
Las 400 inscripciones puestas a disposición del gran público, a través de la plataforma Online Kirolprobak, se agotaron en muy pocos días, sin dar opción a poder apuntarse el día de la prueba.
La mañana del 30 de octubre salió bastante fresca, pero el día estaba muy claro, así que no nos cargamos con demasiada ropa. Mientras nos preparábamos para buscar un hueco en la línea de salida, donde es fácil que se aglutinen hasta 600 bikers, Josu se percató de que se había dejado en casa la bolsa con los guantes, gafas…y lo más importante e imprescindible, el casco.
Con un margen de tiempo muy pequeño, nos dirigimos en busca de algún alma caritativa que nos pudiese prestar alguno, ya que está terminantemente prohibido participar sin él.
Si hay algo que hemos forjado a lo largo de estos años de lidiar con numerosas pruebas de montaña, han sido las grandes amistades, así que los bien aprovisionados chavales del Goierri Mendi Bizikleta Taldea nos prestaron uno. Para quienes no los conozcan, son los responsables de la exigente Maratón BTT Urola-Garaia y en cada prueba del calendario, es difícil no encontrarse con una buena manada de ellos.
Llegamos con el tiempo justo, pero a las 9:30 pudimos tomar la salida junto a al resto de participantes. Con mucha precaución pero asombrosa fluidez, la enorme masa de ciclistas fue desahogando la atestada calle de esta pequeña localidad Alavesa.
En ocasiones anteriores, la primera parte del recorrido ha solido ser bastante sosilla y sin mayor aliciente que el de estirar el pelotón, pero en esta edición se ve que la organización ha querido poner toda la carne en el asador, dando la oportunidad de probar el verdadero sabor de Izki, tanto a los participantes de la marcha corta cómo de la larga.
Tocando parte del recorrido más característico de la archi-conocida Eusko Bike Challenge, fuimos disfrutando cómo hacía tiempo de todas las peculiaridades que tiene el Parque Natural de Izki: trampas de arena, senderos sinuosos, explosivas subidas, saltos de piedra y lo mejor de todo, unos descensos increibles!
El trazado preparado para la edición 2016, no pasó por la característica «Muela de San Román», con su exigente subida y brutal descenso, pero reconozco que no lo echamos en falta para nada, ya que al evitar el bucle imprescindible para poder afrontarlo, nos ha dado la oportunidad de descubrir otro Izki tan divertido o más que el anterior, haciendo las delicias de todos y todas las participantes.
Reconozco que a estas alturas de la temporada ya estamos cansados y con ganas de lamernos las heridas, por lo que nos lo tomamos con calma, disfrutando de cada tramo, avituallamiento y de lo más grande de este deporte, la gente.
Finalmente, invertimos 4h en cubrir los 49km y 1.300m D+ que nos ofrecía el exigente y ligeramente técnico trazado. Posiblemente, de habernos esforzado un poco más, lo hubiéramos hecho en bastante menos tiempo, pero seguro que no lo habríamos pasado ni la mitad de bien de lo que lo hicimos. Poder charlar y rodar junto a amigos, compañeros de mil batallas, ha sido la guinda perfecta para dar por concluida nuestra temporada de pruebas BTT 2016
Si nunca has participado en la clásica de San Román, te puedo decir con certeza que te estás perdiendo un cita de las que crean afición, así que te recomiendo apuntarla en el calendario de citas imprescindibles y no perderte la que será la 25ª edición de esta prueba.