El pasado fin de semana, 16-17 de abril se celebró la primera prueba de la Big Ride 2016, en Villa de Ojén.
En principio era la prueba que menos me apetecía del open pensando en el calor que iba a hacer… suele gustarme más el frío ¡incluso la lluvia!
Ya en los entrenamientos vimos que era un circuito exigente, físicamente en los enlaces, y técnica y mentalmente en las especiales, bajadas largas y muy mantenidas con poco tiempo para respirar.
El circuito me encantó, como siempre aprendiendo y tratando de mejorar, aunque el terreno seco no es lo que más me gusta, le cogí el gustillo a que no hubiera ni barro ni piedras afiladas.
Cual sería nuestra sorpresa cuando el domingo en la cuarta subida lo que iba a ser una lluvia que arreglaría el agarre del suelo… se fue convirtiendo en una lluvia bastante insistente que modificó totalmente los tramos 4 y 5, una pasada.
Personalmente, la experiencia fabulosa, y poder coincidir de nuevo con Victoria Piro y Míriam Alcántara, ambas grandes corredoras y personas, y muy muy divertidas, ha sido un gusto, al igual que poder montar otra vez con Nana Luna, ¡que no se quita la sonrisa pase lo que pase! Es genial correr con tantas chicas (Marketa, Maaris Judith, Katy y Eva…), compartir las subidas y los nervios antes de cada especial.
Como corredora… resultó un desastre. Desde la mitad de la primera bajada los antebrazos se me bloquearon y la sensación durante toda la carrera fue de descontrol, sin poder sujetar la bici, parándome siempre que podía en las especiales para estirar y soltar.
La anécdota de la carrera, ¡el baño que me di en el río al final de la cuarta especial! La rueda trasera se resbaló en una pasarela y caí de espaldas en el río, entera, pero entera de verdad, así que antes de terminar ya me había dado un baño! Jajaja.
Ya con ganas de que llegue la siguiente carrera, ¡subidón de adrenalina y grandes experiencias!
