Segun Revolt, empresa sueca que ha conseguido crear una batería de litio totalmente funcional a base de elementos reciclados de otras baterías viejas, ahora solo hace falta invertir en más plantas de reciclaje.
Las baterías, y en concreto las de iones de litio, son las más utilizadas en infinidad de productos electrónicos. Desde unos simples auriculares o un teléfono móvil, pasando por un patinete o una bicicleta eléctrica o la mayoría de coches eléctricos.
La revolución de lo eléctrico, además de «mejorar» la calidad de vida de muchas personas, ha creado un nuevo problema que hasta hace unos años no teníamos. Este no es otro que el de toda la basura electrónica que se genera, con partes realmente contaminantes, como las mencionadas baterías.
«Con las baterías con materiales reciclados, se cierra el ciclo de las baterías»
Emma Nehrenheim – Revolt
Lo que ha conseguido Revolt es sencillamente conseguir aislar los materiales más contaminantes de las baterías inservibles o viejas, como son el níquel, manganeso y cobalto, y eliminar todas las impurezas que los rodean.
Una vez limpios, aseguran que son igual de efectivos que los mismos materiales extraídos directamente de una mina.
Revolt lleva varios años produciendo baterías de iones de litio para infinidad de compañías, y ante la escasez cada vez más agudizada de estos materiales, decidió invertir en intentar extraerlos de las baterías para reciclar.
Además, todo el proceso de reciclaje se ha llevado en Suecia, en su filial Northvolt Labs ubicada en Västerås.
Aunque el reciclaje no es del 100%, pues siempre se pierde material en algunos procesos realizados, Revolt asegura que se consigue reciclar el 95% de estos metales de cada una de las viejas baterías.
En 2030, el 50% de los materiales necesarios para crear todas las baterías serán reciclados
Según los suecos, en meno de 10 años y con las inversiones necesarias para ampliar las plantas de reciclaje, podrán ser capaces de conseguir todas las materias primas de las baterías usadas, y utilizarlas en al menos el 50% de las baterías que creen nuevas.
Revolt está centrada en los metales contaminantes, y además escasos, como los mencionados. Pero los componentes de las baterías tienen muchos más elementos, los cuales también son separados y enviados para su reciclaje a plantas de terceros.
Entre ellos está el plástico, el aluminio o el cobre, materiales que en la actualidad ya son reciclados a gran escala.
Los diversos expertos en el sector, creen que para 2030 unas 250.000 toneladas de baterías de litio terminarán su ciclo de vida, y debemos anticiparnos antes de que sea demasiado tiempo.
Muchos fabricantes de bicicletas eléctricas ya cuentan con diversos programas de reciclado de baterías, pero esto no llegan al punto conseguido por Revolt de separar los metales contaminantes, limpiarlos y reutilizarlos como nuevos.