El diario El País ha publicado un artículo de Carlos Arribas que explica que la Real Federación Española de Ciclismo (RFEC) contrató al polémico Michele Ferrari en los años 90. Con el fin de desarrollar un programa de dopaje para el equipo nacional de pista, para mejorar sus resultados en las Olimpiadas de Atlanta 1996. La RFEC ha enviado este comunidado:
En relación a la información aparecida en medios de comunicación que vincula a la Selección Española de Pista con prácticas ilícitas entre el año 1993 y 1998, la Real Federación Española de Ciclismo declara que ni su actual directiva ni ninguno de los miembros de su dirección deportiva, técnica o servicios médicos guarda relación con los hechos que se relatan.
Además, subraya que en la actualidad no se dispone en la Real Federación Española de Ciclismo de documentación que haga referencia a dichos hechos y que permita poder aportar más datos o abrir una investigación.
La Real Federación Española de Ciclismo está sujeta, al igual que el resto de federaciones deportivas nacionales, a los preceptos de transparencia y buena gobernanza del Consejo Superior de Deportes y vela por el cumplimiento de la reglamentación nacional e internacional sobre la prevención, control y represión del uso de sustancias, métodos y grupos farmacológicos prohibidos, estableciendo una actitud de tolerancia cero contra el dopaje.
Por tanto, la Real Federación Española de Ciclismo trabaja en el firme propósito de la limpieza del combinado español y confirma la lucha de la institución, junto a la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte, para erradicar estas prácticas tanto en la alta competición profesional como entre los aficionados al ciclismo.