Hacía mucho tiempo que no veía una de las famosas Cabalgatas de los Reyes Magos de Oriente.
Sin duda alguna, hubo dos cosas que me llamarón mucho la atención.
La peor y más traumática para mí, fue que no lanzaron ni un mísero caramelo, ni grande, ni pequeño, nada de nada.
Seguramente pensarás que solo fui a la cabalgata a luchar por los famosos dulces, y sí, ese era mi principal motivo para acercarme a ver la de este año.
Pese a que esta no era muy grande o voluminosa, si que reúne a muchas personas en todo su recorrido.
¿Para cuando una Cabalgata de Reyes con bicicletas de carga o al menos con coches eléctricos?
Lo de los caramelos, buscando un poco por la red y preguntando, se debe a la todavía situación sanitaria, la limpieza de las calles, y los múltiples atragantamientos que se han sucedido a lo largo de la historia de menores con estos pequeños dulces.
También recuerdo a más de uno enfurecido devolviéndole el caramelazo a los integrantes de las carrozas tras ser golpeados en la cabeza con los cientos de caramelos volando por todas partes.
Pero dejando a un lado esta tradición, que parece que se va perdiendo poco a poco, lo otro que más me llamó la atención fue el olor del humo de tubo de escape procedente de los vehículos que remolcaban las carrozas.
En este caso no se trataba de grandes camiones que en su parte trasera llevan a pajes, bailarines, animales de todo tipo y a los propios Reyes Magos. Estos son aún peores, pues muchos llevan en su zona de carga incluso generadores a combustión, por lo que el ruido y el humo es doble.
Aquí, todo iba con remolques y vehículos 4×4 de gran volumen, y con unos cuantos años y kilómetros a cuestas.
A esas velocidades, muy inferiores a 10 km/h, parando y acelerando continuamente, y sobre todo con los coches a ralentí, puedes imaginar el tufo a diésel que desprendían.
Yo solo fui a la Cabalgata de Reyes por los caramelos, y me llevé una desilusión…
Con miles de personas agolpadas en las aceras e inmediaciones de las calles, muchos de ellos niños pequeños, demuestra una vez más lo acostumbrado que está el ser humano a respirar mierda a diario.
Ya no es que no le importe, o no le importe demasiado, es que no diferencia el respirar aire puro, o a menos limpio, de respirar humo de los tubo de escape.
Ciclistas en la Cabalgata de Reyes
La tercera y no menos importante cosa que me llamó la atención, fue la presencia de varios ciclistas tras una de las carrozas.
La carroza en cuestión tenía como argumento el deporte, y en ella también se podía ver una figura de un ciclista de carretera, y casi intuir que su colorida bicicleta era Aero.
Estos iban incluso ataviados con casco, cosa que se agradece.
Al menos, entre tanto coche y tanto humo, unos cuantos miles de personas, y sobre todo niños, vieron a varios ciclistas en bicicletas de montaña.
El tema de utilizar coches eléctricos, que el ayuntamiento puede alquilar sin problema alguno para un par de horas que dura la Cabalgata de Reyes una vez al año, quizás para 2024.
Ya si vemos alguna carroza de Reyes tirada por ciclistas o una bicicleta de carga con al menos un paje (los Reyes ya sabemos que no…), pues sería ya el no va más.