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Bicicletas eléctricas sin control

Nadie puede parar el auge de las bicicletas eléctricas, impulsado por la industria y los grandes inversores y algunas reticencias de las autoridades. Las ciudades van camino de convertirse en una especie de "MadMax Eléctrico".

Ya estamos en el futuro, ese que Stanley Kubrick imaginó en 1968 con su famosa película 2001: Odisea en el espacio, pero las cosas son bien diferentes, incluso más de 20 años después de esa fecha clave en el calendario.

Sí, hay cohetes, satélites, y naves espaciales surcando los cielos, y también aviones que nos llevan a un lado y otro del mundo en pocas horas, pero nosotros seguimos aquí en la tierra, un planeta en decadencia donde sus habitantes intentan sobrevivir agotando sus recursos y agolpándose en las ciudades.

Ahí, en las grandes urbes, pese a que los drones también vaticinaban un futuro volador recientemente, la rueda siguen siendo tras muchos siglos, nuestra mayor aliada. Sin ella no podríamos sobrevivir.

Ya lo dice el propio refrán cuando hacemos referencia a que algo va muy bien, sin complicaciones: «Todo va sobre ruedas«.

La bicicleta también se inventó hace muchos años, hace más de dos siglos (en 1817 para ser más exactos), mucho antes que el automóvil o que los propios aviones.

Ya en su día fue el motor de muchas ciudades y pueblos, hasta que el coche lo ocupó todo.

Las bicicletas eléctricas modificadas dominarán las calles de las grandes ciudades en el «futuro»

Aunque son solo predicciones, solo hace falta darse una vuelta por cualquier gran ciudad Europea o norteamericana para darse cuenta de el auge de las bicicletas eléctricas como medio de transporte.

El gran cambio comenzó hace unos tres o cuatro años, por lo que es pronto para que se pueda percibir como una revolución.

Pero su número aumenta cada día, cada mes, y cada año. No solo se venden más bicicletas eléctricas, ese es un dato «económico», algo irrelevante.

Lo realmente importante es que cada vez hay más bicicletas eléctricas en nuestras calles (y también en el monte). En 2015 se vendían 120 millones bicicletas en todo el mundo, frente algo más de 60 millones de coches.

En algunas ciudades se están prohibiendo los patinetes eléctricos de alquiler, en otras los de uso particular. Pero no pueden hacer lo mimo con las bicicletas

Esas cifras han cambiado mucho, y ya en muchos países se venden más bicicleta eléctricas que convencionales, y coches, cada vez menos. Es el cambio, ese que algunos no quieren ver…

Si cada año que pasa se venden más bicicletas eléctricas, eso quiere decir que cada año hay muchos más millones de ebikes en nuestras calles

Ebikes, bicicletas eléctricas, bicis con motor, con asistencia en el pedaleo… Llámalo como quieras.

Cada vez se venden más y cada vez somos más pobres, y no únicamente por el precio que desorbitado que cuestan.

Moverse de un lado a otro de la ciudad, también cada vez más grande, lleva su tiempo.

La normativa actual es clara, velocidad máxima de 25 km/h y 250W de potencia. Pero como ocurre con los patinetes eléctricos, o los propios coches, esa no es la realidad a pie de calle.

Los comercios de reparación y carga de baterías para bicicletas y patinetes eléctricos va a tener un duro trabajo en el futuro

Con cada vez más ebikes en nuestras calles, tanto nuevas, como convertidas con kit eléctricos, las modificaciones de los usuarios, sobre todo urbanos, son imposibles de controlar.

Pese a que se intenta regular con leyes y actuaciones de las diferentes autoridades, una vez la rueda, de tamaño descomunal, comienza a girar y coge velocidad, es prácticamente imposible de parar.

Los patinetes, las bicicletas eléctricas, los monociclos eléctricos y cualquier otro VMP con motor, van a dominar las ciudades en poco tiempo

Yo lo veo como una especie de MadMax eléctrico urbano:

Independientemente de lo que pase con el petróleo, las renovables y el cambio climático, las ciudades se están llenando de todo tipo de Vehículos de Movilidad Personal eléctricos.

Si le sumamos los altos precios, la escasez de componentes de repuesto, y la normativa que impide dar rienda suelta a la imaginación o las diferentes crisis económicos, tenemos algunos de los ingredientes básicos para que se de la revolución..

Trucar una ebike o un patinete eléctrico es bien sencillo, para algunos manitas, modificarlos añadiéndoles más potencia o más autonomía, también lo es.

Pese a las regulaciones, como ocurre con la delincuencia o las drogas, las ebikes modificadas serán las reinas de la calle, para bien o para mal, y nadie lo va a poder parar.