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Bicicletas eléctricas automáticas inteligentes sin cadena ni piñones. El futuro del ciclismo

Di adiós a manetas, platos, piñones, cadena y cambios en tu bicicleta eléctrica.

Las bicicletas eléctricas automáticas están a la vuelta de la esquina.

Hoy en día estamos viendo como la tendencia, tanto en las bicicletas de carretera como en las bicicletas de montaña, y en todas sus versiones y modalidades propias, es la de un solo plato (monoplato) y cuantos más piñones mejor.

Ya asoma por ahí el nuevo Shimano Dura-Ace R9250 de 13 piñones, aunque por lo que se ve seguirá existiendo la versión 2×13 y quien sabe si una de 1×14.

Pero volvamos a las E-bikes, el futuro del ciclismo y el consumismo desmedido en lo que era un deporte «eco» y ahora es un eco de lo que fue en su día.

Las bicicletas eléctricas son una realidad, las únicas razones por la que la gran mayoría de ciclistas no tiene una hoy en día siguen siendo tres principalmente:

  • El precio elevado de compra
  • El peso elevado de la bici
  • Y el qué dirán o el amor propio

No hace falta extenderse mucho en estas tres razones, y aunque seguro que existen infinitas más, estás son las que suelen cobrar mayor relevancia a la hora de electrificarse.

E-bikes con cambios automáticos y frenos ABS

¿Te imaginas una moto o coche eléctrico actual cuyo motor transfiriese su potencia hasta las ruedas mediante una cadena o con un árbol de transmisión?

Seguramente te parecería arcaico, como a los que intentamos ver cual es el futuro de las bicicletas antes de que estas lleguen a fabricarse sin necesidad de ser una pitonisa (si pongo pitoniso, google me dice lo siguiente: «varón afeminado que presume de brujo»).

Y no, no soy brujo y lo de afeminado, pues lo dejo a la elección.

La verdad que en pleno siglo XXI, con más de una década desde que las primeras bicicletas eléctricas reales viesen la luz, con las tecnologías maduras que tenemos sobre la mesa, con la de presupuestos en innovación que se supone invierten las grandes marcas en crear productos «mejore», y que tengamos que seguir estirando la cadena y los piñones en bicicletas de 12.000€…

Sí, el dinero parece ser lo importante, y estirar la gallina de los huevos de plata (la de oro ya murió), parece ser que es la clave para seguir retrasando tecnologías y añadiendo con cuentagotas novedades que de nuevas tienen realmente poco.

¿No te valía con 10 piñones que ahora necesitas 12 y estás esperando a que salgan los 13…?

Las transmisiones para bicicletas están muertas, obsoletas, son caras, se desgastan, hay que engrasarlas cada 20 kilómetros, se rompen en mitad de las rutas, suenan, manchan, hay 20 diferentes dentro de cada marca, no son compatibles entre si, y se inventaron hace más de 80 años, que se dice pronto. Pero…

¿Cómo son las bicicletas eléctricas con cambios automáticos?

Yo creía que ya lo había contado. Sencillo, sin cadenas, sin piñones, sin platos, sin palancas de cambios, e inteligentes.

Ahora has de poner de tu parte, pues dibujar se me da mal y explicar aún peor.

Partimos de una bicicleta eléctrica, una fea por ejemplo como la nueva BH Xtep Carbon 2021. Sí la jodida aunque le hayan puesto un filtro de esos de belleza que se usan en Intagram, en realidad sigue siendo igual de fea que la anterior, aunque con algo de maquillaje.

A ver que me descentro.

Tenemos la bicicleta eléctrica, la de tus sueños si prefieres. Coge tu Photoshop mental y vete borrando. Primero las manetas de cambio, vas dándole con la varita de borrar defectos a los cables hasta llegar a los platos, los quitas, y dejas la biela pelada sin araña ni anclajes para los tornillos.

Continúas por la cadena entera, y al llegar a los piñones, todos fuera, ni single speed, ni contrapedal, ni 56 dientes. Todo fuera, el buje y el eje solamente.

¿Qué nos queda? Pues a ojo en gramos, unos 1.500 gramos menos que antes.

Seguramente la pregunta que te estarás haciendo desde el comienzo de este artículo, y cada vez más, es como se transmite la potencia o el movimiento de las bielas al pedalear en nuestra bicicleta eléctrica sin cadena ni piñones ni cambio.

Cambio si tiene, pero automático.

Imagina un motor colocado en el buje. De estos ya existen bastantes versiones y muy conseguidas por cierto.

Imagina que al pedalear, un medidor de potencia mide los Vatios que estaríamos mandado a la rueda trasera mediante una transmisión arcaica de bicicletas con cadena.

Imagina también la cadencia a la que pedaleamos, e incluso imagina que el sensor detecta cuando nos ponemos de pie, cuando comienza a patinar la rueda trasera, cuando bajamos de revoluciones, cuando la cosa es llana, cuesta arriba o bacheada, incluso cuando nuestras pulsaciones están llegando al límite que nuestro médico deportivo nos ha aconsejado no sobrepasar.

Son muchas cosas las que se pueden añadir a la ecuación con sensores que ya hace tiempo que tenemos y funcionan bastante bien.

Un pequeño ordenador de abordo analiza todos los detalles tanto del terreno, como de nuestro cuerpo e incluso de la propia bicicleta.

Según estos datos y el programa preconfigurado en dicho ordenador, las bielas ofrecerán una pequeña resistencia para que estás no queden «locas» dando vueltas. Incluso podríamos configurar que tanto subiendo como llaneando como bajando, la fuerza con la que tengamos que pedalear o la cadencia de las bielas al girar sea siempre la misma, uniforme, nosotros hacemos la misma fuerza y giramos los pedales a la misma cadencia y el motor inteligente hace el resto.

El rizo se puede rizar todas la veces que se desee, pues mientras quede batería (¡He aquí el primer gran problema!), podremos decidir como queremos pedalear o como queremos que el sistema se comporte en cada momento. Si nos quedamos sin batería, no hace falta tener mucha imaginación para saber que ocurre.

Claro está, que existirá un botoncito con el que decirle cuando deseemos: «Sinmano, pónmela más dura» (la biela me refiero), o más blanda. Porque aunque exista un botoncito con el cambiar de modo, los comandos de voz estarán ya también muy extendidos incluso en las transmisiones de los cambios electrónicos con cadena.

Si tenemos potencia y agilidad para darle más a los pedales, el sistema lo detectará y lógicamente iremos más rápido de lo preconfigurado, incluso nos preguntará que deseamos hacer: «¡Dale gas Sinmano!«.

¿Me he hecho entender? Yo creo que no, pero bueno, alguno habrá que coja esto y lo sepa desarrollar mejor.

Las posibilidades como digo son infinitas, más cuando la transmisión deja de ser por cadena y es inalámbrica, llámese wifi, bluetooth o jaremein. Además de ser extendida a la rueda delantera.

Esto permitiría a su vez crear frenos ABS reales, manejados por el microcomputador y con cálculos procedentes de todas las partes de la bicicleta, el terreno o nuestro cuerpo.

Si rizamos el rizo una vez más, ¿qué opinarías de unos frenos 100% electrónicos sin pinzas ni pastillas?.

Imagina de nuevo que te vas a caer y vas a salir por delante del manillar en una situación límite. Un pequeño giro de motor automático en la rueda delantera o una frenada menos brusca a la que hemos querido transmitir manualmente nosotros y evitaríamos caída segura.

Puede que esto terminase con nuestro bonito cuerpo cayendo por un precipicio o atropellando un conejo, pero eso ya lo dejo para los que se encarguen de programar la inteligencia artificial de las bicicletas eléctricas del futuro y las infinitas posibilidades de cada situación.

Creo que no he mencionado como se cambiaría. Es sencillo, o ponemos el sistema en automático y el mismo nos pide la potencia que necesitamos para mantener cierta velocidad o cadencia. O manual, que como ahora, le podemos decir que nos ayude en el pedaleo más o menos mediante un botoncito (nada de palancas), o como comentaba, por comandos de voz, incluso para los más clásicos, podrá simular el sonido de los cambios de toda la vida y hasta

Y ya me canso de imaginar.

Pero puedes estar tranquilo, que esto llevará su proceso de sacar los cuartos.

Estamos en el final del 2020, como ocurrió en muchas películas de cine que vaticinaban que sobre esta época todos los coches volarían, deberán pasar unos cuantos años en los que tendremos que comprar decenas de nuevas versiones de E-bikes, cada cual mejor a la anterior, hasta que podamos ver las primeras bicicletas sin cadena (ni transmisión mecánica alguna salvo el wifi).