Hace ya unos tres años, te mostrábamos los primeros modelos bicicletas de hidrógeno que se estaban fabricando en serie.
Su nombre Alpha, y sus creadores, franceses, Pragma Industries.
En un principio se anunció que la autonomía de estas bicicletas movidas por la energía producida gracias al hidrógeno almacenado en su «depósito», podían alcanzar con una carga de dos minutos hasta los 100 km.
Pero la evolución de las baterías y la constante bajada de precios de la bicicletas eléctricas, han hecho que las bicicletas de hidrógeno pasasen a un segundo plano.
Ya hay baterías de bicicletas eléctricas capaces de otorgar autonomías cercanas a los 200 km, siendo además su coste inferior a los 7.000 euros de las bicis Alpha.
Los polvos mágicos de Pragma Industries
Pero Pragma Industries no ha decaído y cesado en su empeño de utilizar el hidrógeno como combustible para generar la electricidad necesaria para mover los motores eléctricos actuales.
Hace no mucho anunciaron que la autonomía de sus bicicletas había alcanzado ya los 150 km con una sola carga de hasta dos minutos.
Pero seguía existiendo el problema principal, la ausencia de estaciones de carga específicas. Estas, además de escasas, son muy costosas, por encima de los 40.000 euros.
Centrados en el mercado francés y japonés, sobre todo con bicicletas utilizadas por administraciones y empresas, Pragma Industries ha dado una vuelta de tuerca más a su sistema.
Sus ingenieros han desarrollado un sistema por el cual ya no hace falta acudir a una estación de carga para rellenar el tanque de hidrógeno.
Gracias a unos polvos reactivos y un poco de agua, aunque esta no sea potable o esté sucia, su sistema es capaz de generar una reacción química que recarga la pila de combustible, generando la energía necesaria para mover el motor eléctrico de la bicicleta llegando hasta los 100 km de autonomía.
Resumiendo, basta con verter un poco de agua, echar estos polvos, cerrar el depósito y a pedalear.
Además, según afirman, son totalmente inofensivos para el ser humano y el planeta, es decir biodegradables.
Ahora, aunque seguirán potenciando su bicicleta eléctrica movida por hidrógeno Alpha, también están centrados en generar energía para cualquier otro aparato o motor eléctrico, como iluminación donde no hay enchufes, salvamento, etc…
La empresa, con 11 trabajadores, ya factura 1,7 millones de euros al año, y se espera que estas cifras vayan aumentando en los próximos meses.