La relación entre conductores y ciclistas no pasa por muy buenos momentos, sobretodo si exploras las redes sociales verás que los mensajes de odio abundan en ambas direcciones.
Lo cierto es que el más vulnerable en la carretera siempre es el ciclista por eso es importante que los conductores tomen conciencia de ello, y no nos traten como meros objetos que entorpecemos su camino. Los ciclistas tenemos exactamente el mismo derecho a ir por la carretera que el resto de vehículos.
Pero no siempre los ciclistas hacemos lo que debemos, y pese a que la inmensa mayoría respetamos las normas de tráfico hay algunos que todavía no se han enterado que como ciclistas no solo tenemos derechos, también tenemos obligaciones.
Esto es lo que le ha pasado a este joven ciclista que circula a gran velocidad por la ciudad, alternando el carril bici y la acera a su antojo.
Es tal la velocidad y el despiste que llevaba el ciclista que al llegar a una salida de vehículos no se percata que hay una furgoneta saliendo, por suerte el conductor estaba maniobrando lentamente y el ciclista impacta contra el morro de la furgoneta.
El ciclista golpea con su hombro el vehículo hundiendo parte de la chapa, y el conductor salé rápidamente del vehículo.
Aquí empieza lo interesante de la historia, el conductor en lugar de gritarle, insultarle o agredirle lo primero que hace es preguntarle si está bien.
El joven ciclista tiene cara de estar asustado por lo que ha pasado, el conductor se acerca y le ajusta la rueda delantera y le dice que no vaya tan rápido por la acera.
Con la cara de susto que tiene el chaval es probable que no tenga ganas de repetir la misma torpeza.
Un diez a la reacción del conductor, por su tranquilidad y templanza. Más conductores como este.
