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Almeida, el ciclista urbano con corbata y la cara muy dura

Almeida, el alcalde de la ciudad de Madrid en Twitter

Hace unos días, el flamante alcalde de la ciudad de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, anunciaba la mayor ampliación del servicio municipal de bicicletas eléctricas de alquiler Bicimad, con 460 unidades más de ebikes y 50 estaciones nuevas.

Un logro que muchos llevan reclamando hace tiempo y que parece que por fin se hará realidad.

También no hace mucho, se hacía público un estudio que demostraba que si los posibles usuarios de este nuevo medio de transporte tenían que andar más de la cuenta hasta llegar a las estaciones de alquiler, desistían en su intento.

A su vez, si llegaban a una estación y no encontraban bicicleta disponible, lo más seguro era que tampoco se dirigiesen a la próxima para alquilar una.

Esto quiere decir que cuantas más bicicletas y cuantos más puntos de alquiler se creen, en nuestras ciudades, más posibilidades existen de que estas sean usadas.

Todo alegría, jolgorio y bicicletas

Pero hasta hace bien poco, el partido al que pertenece el señor Don Almeida ha tratado por activa y por pasiva de privatizar y a la vez boicotear el sistema municipal de alquiler de bicis de la Comunidad de Madrid, incluso acudiendo a los tribunales.

De todos es conocido que desde que se creó el sistema en 2014 con el mandato de su compañera Ana Botella, Bicimad pasó a ser gestionado por la empresa privada Bonopark, quienes no tenían experiencia alguna en llevar las más de 2000 bicis con las que contaba el sistema.

En menos de un año la empresa comenzó a generar tales perdidas que se llegaron a perder cerca de 300.000 euros mensuales.

Tras la llegada a la alcaldía de Manuela Carmena, y pese a la solicitud de Bonopark de una inyección de capital para poder sobrellevar las perdidas generadas por Bicimad, el Ayuntamiento decidió comprarla directamente a través de la EMT (Empresa Municipal de Transporte).

El precio de compra ascendió a 10,5 millones de euros.

Esta compra y la nueva gestión municipal crispó al Partido Pupular, el cual intentó boicotear por todas las vías tanto la compra como a sus nuevos gestores.

Es de risa ver alguien como Almeida, quién quería privatizar y tratar de hundir el servicio de alquiler de bicicletas Bicimad por segunda vez, llenåndose ahora la boca con bicicletas y estaciones nuevas y una empresa municipal saneada.

Pero bueno, mientras sigan por ese camino, como si se quiere llenar lo que más le guste con un millón de bicis y estaciones más por todo Madrid.

Gracias Almeida.