Tras dos largos años de espera, los familiares y amigos de los dos jóvenes ciclistas atropellados mortalmente en un carril bus por un conductor imprudente, han conseguido encarcelar que se haga justicia.
Aunque los dos menores ya no estarán más entre nosotros, el conductor del BMW, Jack Hart, de 32 años de edad, ha sido condenado a 9 años de prisión y a 13 sin poder conducir ningún vehículo motorizado.
El tema tiene «miga», pues en los dos años y medio transcurridos hasta el juicio final donde se le ha condenado, Hart se había declarado siempre inocente.
Al ver que la condena no sería rebajada, finalmente, se autoinculpó de los hechos ante el tribunal.
El conductor conducía un BMW a más de 90 km/h por un carril bus limitado a 50 cuando atropelló a los dos jóvenes ciclistas
Los dos niños, Steven Duffield, de 10 años, y Mason Deakin, de 11, fueron embestidos por el BMW a más de 90 km/h, falleciendo el primero en el acto. El otro falleció dos semanas después del atropello en el hospital.
El conductor circulaba además por un carril bus en la ciudad de Yorkshire, y ya había sido mutado anteriormente hasta en seis ocasiones por utilizar dicho carril.
La acusación más grave es la de causar la muerte por conducción temeraria.
El conductor llevaba instalada una cámara. Tras el atropello borró inmediatamente la grabación del mismo
La sentencia se verá rebajada un 25% tras declararse culpable en el último momento.
La madre de uno de ellos ha organizado una petición online para que se prohíba conducir de por vida a los conductores que causen la muerte de cualquier persona en la carretera por imprudencia.
Esta ya ha sido firmada por cerca de 12.000 personas, por lo que el gobierno británico está obligado a responder al respecto. Si llega a 100.000, será debatido en el Parlamento.