La Copa del Mundo de Ciclocrós regresa este fin de semana a Dublín, Irlanda, y hasta allí han viajado dos de las principales estrellas de la actualidad, Wout van Aert y Tom Pidcock.
El circuito, situado en las inmediaciones de centro deportivo de Abbotstown, se las trae.
Consta de diversas pistas y senderos pertenecientes a un trazado de cross permantene, al que se le han añadido las dificultades típicas del ciclocrós, como un gran banco de arena, tablones y muchas muchas curvas.
Se esperan bajas temperaturas, tantas como que el domingo dan de máxima 4 ºC y a primera hora de la mañana -4 ºC.
Esto, que en principio podría resultar perjudicial para la carrera y sobre todo para los ciclistas, puede que sea el mejor aliado de estos.
Las lluvias caídas durante toda la semana han dejado el circuito de Dublín como una sopa
En esta época del año, Dublín, como el resto de Irlanda, las lluvias son lo más común del mundo.
Esta semana han caído unos cuanto litros en la capital y el resto del país, por lo que se esperaba que el circuito se convirtiese en un auténtico lodazal.
Además, el sábado tendrán lugar distintas competiciones nacionales de ciclocrós sobre el mismo trazado de la Copa del Mundo del domingo, por lo que las roderas y el barrizal que se van a montar pueden ser de consideración.
Ayer viernes cayeron unos cuantos copos de nieve sobre el circuito de la Copa del Mundo de CX de Dublín
Lo bueno, que las temperaturas bajo cero, puede que endurezcan el suelo y el barro se congele, por lo que haríanel circuito más llevadero.
Ayer viernes cayeron unos cuantos copos de nieve, aunque parece que no terminó de cuajar.
Con la ausencia de Mathieu van der Poel, el gran favorito en las quinielas vuelve a ser Wout van Aert, aunque el británico Tom Pidcock, con dos victorias conseguidas ya esta temporada, no se lo pondrá nada fácil.