Hace unos días, a comienzos del mes de Mayo, y con el auge que vivimos de la bicicleta, los talleres se llenaron con mil y una reparaciones de máquinas olvidadas durante meses, incluso años, en los trasteros de muchas casas.
Por aquellos días, a uno de nuestros compañeros le surgió un problema muy común. Tenía que cambiar un radio y no tenía ni tiempo ni las herramientas para hacerlo correctamente.
Pese a que sabía como estaban de saturados los talleres de bicis, bajó la rueda al tendero de al lado de su casa para que le cambiase el radio roto de su rueda de carretera.
Pasaron los días y no hubo llamada o aviso de que estuviese lista la rueda.
La rueda se llevó un lunes, y en vistas del fin de semana, el viernes se acercó a la tienda para preguntar si ya estaba lista.
35 euros por cambiar un radio de la rueda
Bueno, tocaba esperar.
Tres o cuatro días después, cuando se cumplía algo más de una semana desde que llevó la rueda a reparar, por fin estaba lista.
La factura, 35 €. No había que centrar la rueda puesto que era solo un radio y no se había descentrado apenas.
Bien, cada uno pone el precio a su trabajo.
Pasaron los días, varias rutas en carretera sin problemas, pero con el calor ya tocaba cambiar de neumáticos.
Hasta ese nivel si parece que llega el compañero para cambiarlos él mismo.
Habían puesto un radio largo que sobresalía por la llanta
Después de la larga espera de más de una semana, el desembolso económico por cambiar un solo radio, y ver ahora que el radio que le habían cambiado era demasiado largo y salía del propio fondo de llanta, no tiene precio.
La tienda y el mecánico no son nuevos, llevan ya décadas trabajando en el mismo lugar.
El radio es el de la imagen, ya que la rueda original lleva radios redondos y es el único plano.
¿Qué harías tu en este caso?
