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100 kg de peso, impresa en 3D y materiales reciclados, así es esta bicicleta eléctrica de carga austriaca

La bicicleta de carga eléctrica impresa en 3D puede transportar fácilmente a dos personas en la parte trasera y un menor en la zona de carga.

Los hay que se las ingenian para crear productos únicos como esta bicicleta de carga eléctrica, cuyo cuadro ha visto la luz gracias a una impresora 3D y materiales reciclados.

Su creadores, la empresa de diseño EOOS, han creado esta cargo e-bike pensando no solo en ser sostenibles, sino también en poder fabricarse de forma local, sin tener que recurrir a materiales y diseños provenientes de Asia.

El bajo coste, comparado con una bicicleta de carga de acero o aluminio, también es notable.

El diseño inicial no cuenta con pedales, por lo que debe ser matriculada

Su cuadro se basa en el típico triciclo de carga (E-Trike) con el sillín en la parte trasera y un frontal reforzado con dos ruedas para el almacenaje.

Este no es muy voluminoso, pero según sus creadores se puede transportar a un niño o su equivalente en volumen y peso.

Su sillín es tan alargado, así como la zona para reposar los pies, que puede transportar fácilmente a dos personas.

Como puedes apreciar en la imagen, a primera vista no cuenta con pedales, por lo que para moverse necesita de un botón, gatillo o acelerador.

En este caso, no puede considerarse una bicicleta Pedelec, teniendo que ser matriculada, poseer seguro e ITV en regla, cosa que será difícil en muchos países.

Aunque está impresa en un impresora 3D industrial, desconocemos si sus creadores no han podido crear una versión con pedales, bielas cadena y piñones por la complejidad del diseño.

Una vez terminada la vida de la bicicleta de carga, esta puede volver a reciclarse

Cuenta con dos luces LED delanteras y traseras colocadas en los laterales, y tanto motor como batería son totalmente invisibles. En su chasis solo se aprecia el puerto para colocar la toma de corriente al cargar la batería.

Los materiales empleados provienen de los desechos de los supermercados de la ciudad de Viena. En total, en cada cuadro se han empleado 70 kg de basura.

Gracias a las impresoras de The New Raw, sus diseñadores han podido dar a luz al primer prototipo usable, cuyo peso supera los 100 kg.

Según especifican, una vez la vida útil de la E-Cargo bike llega a su fin, su cuadro puede volver a reciclarse para crear una nueva bicicleta o cualquier otro objeto impreso en 3D.