Fantástica y multitudinaria marcha de MTB en Crevillente, en una prueba tan exigente como bonita, en plena Sierra de Crevillente.
Aunque amaneció un poco fresco, las previsiones pronosticaban calor según fuera avanzando la mañana y así fue, porque todos pudimos disfrutar de una cálida y soleada jornada. Para mi, primer día para salir de corto y ya va apeteciendo…
A las 9:00 h de la mañana del domingo 1 de marzo, desde el Pabellón-Velódromo Felix Candela, tomamos la salida más de 1.200 bikers, con gran afluencia de féminas y todos con muchas ganas de divertirse y pasar muy buenos ratos a lo largo de los 42 km y los tres avituallamientos de la marcha.
Una cuidada y esmerada organización bajo la tutela del Club Ciclista Jaume El Barbut, con más de 250 voluntarios y más de 300 señales a lo largo del recorrido. Cruces bien protegidos, zonas complicadas atendidas y avituallamientos muy bien asistidos, trasladan una gran sensación de seguridad a todos los participantes.
Durísima salida por las empinadas calles de Crevillente que hace estirar al pelotón de bikers en un interminable rosario y en cuanto abandonamos el asfalto y comenzamos a rodar por la pista de tierra, aún se estira más.
El terreno, muy seco y suelto hace que tengamos que prestar mucha atención a las pérdidas de tracción tanto subiendo como bajando. En las subidas, al menor descuido, derrape y pie a tierra, y en las bajadas, sin despistarse de la trazada marcada porque lo contrario es tocar suelo.
Subidas con mucha pendiente y salvando muchos metros de desnivel en muy poca distancia. La ascensión del Castell Vell antes del primer avituallamiento y la subida del transformador, donde estaba el Premio de Montaña, hacen mucho daño a nuestras piernas.
Además de la empinada subida de los Borregos, previa a la famosa subida de los Elefantes, donde pocos pudieron hacerla completa sin bajarse de la bici. Complicada ascensión, estrecha y resbaladiza por su firme de piedra, pero espectacular, por el entorno del pinar, por la distancia y por su pendiente.
Y aún nos quedaba superar la cuesta al Coto del Memoria, con una notable intensidad y la ascensión al CEMACAM de los Molinos donde estaba el último avituallamiento amenizado por una gran batucada que se oía a kilómetros de distancia.
Y entre subida y subida, bajadas que no dejaron indiferente a nadie. Algunas, especialmente técnicas y con cierta dificultad para superarlas con éxito. Especialmente intensa y complicada la bajada del Catí.
Una vez superado el tercer y último avituallamiento, el recorrido nos introduce por una estrecha senda entre pinos (Senda de la Aigüeta) que tras atravesarla, comenzamos a ver de nuevo el casco urbano de Crevillente y lo que nos queda hasta la llegada son tramos muy favorables y rápidos.
Ambientazo en la línea de meta para gloria de nuestro esfuerzo y excelente organización para evitar aglomeraciones. Duchas, aparca bicicletas para degustar tranquilo el catering preparado por Carpanta.
En definitiva, una marcha muy recomendable, por su recorrido y sobre todo, por su cuidada organización. A pesar de ser un acto con una gran asistencia, siempre se respira un ambiente familiar y cercano que proporcionan todos los integrantes y voluntarios del Club Ciclista Jaume el Barbut.
Agradecer la colaboración de Luis, Mónica y Joaquín, que me han facilitado mucho mi trabajo y las magníficas fotos de Mariano Arias que ilustran esta crónica y que si os queréis buscar entre ellas, solo debéis consultar en: https://www.facebook.com/pages/Mariano-Arias/1452232931715026?ref=hl
Si habéis participado en esta edición, espero que el sabor de boca sea tan bueno como el mío, y si no, para el año que viene estar atento a la próxima edición que no te dejará indiferente.
Hasta muy pronto. Nos vemos por los caminos.