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TransAtlas 2014: Pedaladas contra el Cáncer, por Paula Quiñones

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Una experiencia más en mi mochila: sólo por esto ya me encontraba motivada a viajar a Marruecos para realizar la TransAtlas en BTT, pero cuando me dijeron que además tendría un fondo solidario me entraron aún más ganas de realizarla (los kilómetros recorridos por cada uno de los 20 integrantes del equipo serían vendidos simbólicamente para recaudar fondos destinados a la AECC con sede en Asturias).

aeropuerto

El día 1 de septiembre cogimos el vuelo hacia Marrakech, llevábamos las bicis perfectamente empaquetadas en unas cajas de cartón que amablemente nos facilitó Trek Bicycle Store Morán, aunque sus quebraderos de cabeza nos dieron ¿Hay que quitar la presión de las ruedas? ¿Y de la suspensión? ¿Cuál es la mejor forma de introducirla en la caja?

A día de hoy, no sabría responder correctamente a estas tres preguntas, desconozco si la bodega del avión donde viajan las bicis va presurizada o no, pero por si acaso baje la presión de las ruedas, no demasiado para que no me destalonasen y para proteger el aro, quite toda la presión a la suspensión e intenté introducirla en la caja desmontando el menor número de piezas posible (ya que no tengo mucha mano para la mecánica), finalmente, quitando la rueda delantera y soltando el manillar y los pedales fue suficiente.

zoco.2

Una vez en el hotel de Marrakech, disfrutamos de un baño en la piscina y seguidamente nos preparamos para visitar el Zoco, un laberinto de callejuelas llenas de puestos y tenderetes con todo tipo de productos: ropa, comida, artesanía, productos típicos…Me habían informado que el Zoco de Marrakech era la “meca del regateo”, pero no me imaginaba que éstos artesanos bajarían los precios que inicialmente piden con tanta facilidad, no se debe pagar más de un tercio de lo que piden en un principio, aunque las buenas regateadoras consiguen bajar aún más los precios ¿verdad Mariajo?

zoco

Nuestro segundo día en Marruecos lo pasamos viajando en autobús hasta la ciudad de Midelt, situado a las faldas del monte Aiaxi, desde donde partiríamos en nuestra primera etapa.

 

PRIMERA ETAPA: MIDELT – TAGOUDITE (03/09/14)

A las 6 de la mañana nos encontrábamos desayunando para comenzar la ruta a las 7, ya que nos esperaba un largo día de pedaleo.

Midelt

Nos adentramos en el alto Atlas oriental pasando por pequeñas aldeas bereberes, todo era tan diferente que no dejábamos de sacar fotografías, menos mal que nuestro compañero Félix nos recordó que teníamos 91 km por delante y que a ese paso no sólo echaríamos el día sino también la noche.

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Pronto pudimos ver las primeras jaimas, donde los pastores bereberes pasan varios meses al año, nos estremeció la pobreza en la que viven, aun así, no les faltaba una sonrisa en la cara y los niños salían a nuestro paso y nos chocaban la mano sin entender a donde nos dirigíamos.

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Después de una dura subida con un fuerte viento en contra, las impresionantes vistas al colosal Circo de Jaffar nos dejan atónitos. Descendimos al circo y comenzamos la subida por el lado contrario bordeando el macizo del Jbel Ayachi (3.737 m), pico culminante de esta parte del Atlas, mientras el camino atraviesa grandes bosques de antiquísimos enebros, encinas y cedros, cuyos troncos retorcidos no dejaron indiferente a nadie ¡qué preciosidad de entorno!.

etapa 1

Ya superada la mitad de la ruta, paramos a comer los bocadillos y tomar un té a la menta que los guías de la expedición, Khallá y Abdhulá, nos traían en el todoterreno que nos acompañó durante todas las etapas.

etapa 1-

La segunda parte del recorrido transcurría por fértiles llanuras, alternando pista y asfalto. Aunque el desnivel ahora era menor, la temperatura comenzó a aumentar lo que hizo mella en todos nosotros.

etapa 1_.

Finalmente, y tras un pequeño percance con el todoterreno, que se quedó atascado en el barro cuando cruzábamos el cauce de un río y que nos obligó a “arrimar el hombro”, llegamos al poblado bereber de Tagoudite, donde pudimos relajarnos en el albergue “Jbel Raids”.

 

SEGUNDA ETAPA: TAGOUDITE – IMILCHIL (04/09/14)

Como en la etapa anterior, nos levantamos a las 6 de la mañana para desayunar y comenzar la ruta cuanto antes, intentando de esta manera evitar las altas temperaturas y que no nos pillara la tormenta que amenazaba para las últimas horas de la tarde.

inicio etapa 2

El guía nos informó que esta etapa transcurriría en su mayoría por carretera, lo que me hizo pensar que sería la etapa más aburrida de todas, y por el contrario tengo que decir que personalmente fue de las que más me impresionó. Recorrimos 77 km espectaculares, atravesando angostos valles, pequeñas gargantas y enfrentándonos a varios puertos.

El primer puerto que coronamos es el Tizi n’Siouir, que aunque su placa marca 2.276 m, nuestros GPS indicaban una altura de 2.384 m. En segundo lugar subimos el puerto Tizi Timichi (2.409 m), descendimos y fuimos bordeando el Jebel Sioui, cruzando varios poblados bereberes, para comenzar con una nueva subida, donde previamente aprovechamos a tomar un pequeño picnic que nuestros guías nos tenían preparado.

etapa 2

A partir de este punto, empezaba el ascenso del puerto más duro del día, más de 15 km que nos dejaban preciosas vistas sobre los dos valles, el de Ait Ameur y Assif Melloulm, coronando el col Tizi N’Inouzane de 2.650 m de altitud.

Como nos pasa a un gran número de aficionados al ciclismo, fue escuchar al guía decirnos que comenzaba puerto y varios de nosotros nos pusimos a subir con todas nuestras fuerzas, si uno tiraba, el resto intentaba tirar más ¡menuda piquilla!.

Comenzamos a bajar el puerto y vemos cómo cambia el paisaje, observando algunos campos de cultivo y pequeños pueblos de tradicional arquitectura, llegando sin mayor dificultad a Imilchil, pueblo natal de nuestro guía Khallá.

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Nos alojamos en un acogedor albergue que nada tenía que ver con el de Tagoudite, que aunque en éste último nos trataron de lujo, en el de Imilchil teníamos una cómoda cama en la que poder descansar como tanto necesitábamos.

 

TERCERA ETAPA: VUELTA A LOS LADOS DE MSADRID (05/09/14)

Cuenta la leyenda que dos enamorados formaron con sus lágrimas los lagos de Msadrid, ya que no podían estar juntos al pertenecer a dos tribus enfrentadas. Pues allí nos fuimos con nuestras bicicletas para visitarlos y conocer más detalles de esta romántica historia.

etapa 3..

Se trataba de una vuelta circular con salida y llegada a Imilchil, de unos 30 km y sin mayor dificultad técnica ni física, lo que nos permitió madrugar un poco menos y recuperar de las etapas anteriores.

Estos lagos están situados al norte de Imilchil, en una amplia planicie endorreica denominada “Plateau des Lacs”, a unos 2.350 m de altura. El primer lago que avistamos, a unos 5 km de la salida, fue el lago Tislit (lago de la novia), junto a la carretera de El Khiba y Aghbala. Era el más pequeño de los dos y contaba con algo de vegetación en sus orillas.

etapa 3

Rodeamos el lago y giramos dirección este, dejando la carretera y cogiendo una pista que llega tras un recorrido de unos 8 km al segundo lago, el Iseli (lago del novio) ¡sin palabras!. Éste es bastante más grande que el anterior, de forma casi redonda y con un aspecto más desolado y yermo, debido sobre todo a la práctica ausencia de vegetación en sus alrededores, lo que le confiere una imagen un tanto “lunar”.

Retrocedemos unos kilómetros y comenzamos a descender tomando un camino dirección Sur, según íbamos avanzando más impresionados nos quedábamos con el entorno, rodeando un desolado y bellísimo barranco en cuyo fondo se observaban algunos campos de cultivo.

etapa 3.

Al final del descenso retomamos la carretera para regresar a Imilchil, donde aprovechamos la tarde para conocer un poco mejor la cultura bereber, poner a punto nuestras bicicletas y comprar algunos detalles para nuestros amigos y familiares.

 

CUARTA ETAPA: IMILCHIL – AISSA (06/09/14)

La cuarta etapa fue sin duda la “etapa reina”, la más larga y exigente de todas, de unos 95 km y ascendiendo a 3.000 m de altitud. Como en anteriores etapas a las 7 h ya estábamos rodando.

El día amanece frío, nos abrigamos bien y cogemos la carretera dirección Agoudal, que es el poblado más alto de todo el Atlas, ubicado a 2.360 m. Esta zona es una de las más extremas en cuanto a clima se refiere, con veranos calurosos y secos e inviernos muy fríos con nevadas muy importantes, que incomunican incluso la zona durante semanas.

etapa 4..
En nuestro camino, nos cruzamos con varias mujeres que acudían a los campos en sus burros o mulas de carga y atravesamos varios poblados donde los más pequeños nos perseguían con sus pies descalzos. Una vez en Agoudal realizamos una primera parada y nos fotografíamos con el Kasbah (antigua ciudad fortaleza) al fondo.

etapa 4-.

A partir de este punto, iniciamos la subida al puerto más alto de toda la travesía, el Tizi N’Ouano (2.910 m), de unos 17 km de continua subida  a más del 8 %.

La primera media hora fuimos acompañados de varios niños del pueblo que pedaleaban en chanclas, uno de ellos llevaba una bici tan grande para su estatura que contorneaba todo su cuerpo para poder llegar a los pedales.

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En este puerto no hubo “piquillas”, subíamos todos tranquilos y con buena cadencia para no desgastarnos en exceso, a medida que ascendíamos metros notábamos el efecto de la altura y nos fatigábamos con mayor facilidad.

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Durante la ascensión vimos rebaños de ovejas y también algunos dromedarios, nos preguntábamos como se alimentarían, ya que la vegetación era escasa, solamente se veían piornales almohadillados. El paisaje fue sin duda el más salvaje que atravesamos.

cumbre 3.000 m (etapa4)

Una vez en lo más alto del puerto, paramos a comer y nuestro guía Khallá nos propuso ascender 100 metros más a pie para completar los 3.000 m de altura, a lo que aceptamos rápidamente. Cuando iniciamos la marcha a pie ocurre lo impensable, vemos a los lejos un indígena que corría montaña abajo con una bicicleta al hombro, ¡qué nos roban una bici!, gritamos a voces todo el grupo. Tanto nuestro guía Khallá como varios de nosotros salimos a toda velocidad a su captura. En cuanto Khallá lo tiene a tiro comienza a arrojarle piedras, el indígena deja la bicicleta en el suelo y continúa su trayecto velozmente sin pararse en ningún momento.

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Minutos más tarde descubrimos que el ladrón era nuestro otro guía Abdhulá y que todo era una broma ingeniada por mi hermano Sabino y nuestros guías.

Entre el susto y las risas continuamos nuestro camino puerto abajo rodando por sinuosas pistas que nos permiten ver cómo cambia el paisaje y se vuelve más salvaje e impresionante si cabe, deleitándonos con enormes gargantas y el alto curso del Dadés.

Después de unos cuantos kilómetros llegamos a nuestro destino, el pueblo de Aissa, donde pasaremos la noche en un kasbah. Sin duda fue nuestro alojamiento más humilde pero también donde más risas pasamos.

etapa 4

Antes de la cena, Abdhulá nos propuso probarnos trajes típicos de la región y nos enseñó a colocar de varias formas el pañuelo en la cabeza. Salimos a dar un paseo con nuestro nuevo atuendo y vemos como todos los niños se parten de risa señalando a nuestro amigo Juaco,  el bromista de Abdhulá nos la había vuelto a jugar ¡había vestido a Juaco con un traje de mujer!.

 

QUINTA ETAPA: AISSA – AETOFFE (07/09/14)

Hoy nos levantamos con una sensación agridulce, nos enfrentamos a la última etapa de nuestra aventura.

Como ya era costumbre, a las 7 h comenzamos la ruta por una carretera con poco tráfico, después de un pequeño puerto nos adentramos en las Gargantas del Dadés, uno de los lugares más turísticos y visitados de Marruecos, una zona de la que hay tomar nota para hacer una vez en la vida. No dispongo de adjetivos suficientes para describir la grandiosidad de este paisaje teñido de rojo.

etpaa 5..

Una vez superado este cañón de grandes paredes verticales, nos juntamos todo el grupo y pedaleamos unidos a buen ritmo, lo que hace que nos vayamos animando y comienza una divertida sucesión de esprines donde cada uno deja sus últimas fuerzas. 

Un último puerto y llegamos al Mirador de las Gargantas del Dadés, donde aprovechamos para contemplar las vistas y tomar algo en el Café Mirador Timzzillite.

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Al fondo del puerto nos esperaban el camión y el autobus, todo llegaba a su fin, tocaba empaquetar las bicis, comer y volver a Marrakech.

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El viaje de vuelta en autobús se hizo largo y pesado (unas 7 h), sobre todo para mí que fui mareada durante todo el camino, como decía uno de mis compañeros, el conductor del autobús era un piloto de rallys frustado.

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Desde aquí, me gustaría enviar un abrazo muy grande a todos mis compañeros de viaje: Charo, Manuela, Noelia, Mariví, Conchi, Laura, Yoana, Paula, Mariajo, Puri, Sabino, Juan, Jony, Felipe, Víctor, Juaco, Ángel, Gonzalo, Félix y Rosa, con los que espero compartir muchas aventuras más.

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Por último, agradecer el apoyo de todas las empresas (Adarsa, Agua de Borines, Friobas, Elyte, Cafés Toscaf, Trek Morán, Jopa Global, Cafetería Colón, Bar La Sacristía…) y particulares que han colaborado con esta iniciativa, aportando su granito de arena para la investigación contra el cáncer. Más información en la página web www.unaauna.com .