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Así fue la tercera Ciclobrava con 1500 ciclistas de carretera

Foto: Cano FotoSports

Unos 1500 ciclistas corrieron por el interior y la Costa Brava en un recorrido diseñado para disfrutar de la bicicleta en esta tercera edición de la marcha cicloturista Ciclobrava.

Este fin de semana Girona siguió con su fiesta de la primavera, y no con más flores, y sí con bicicletas, ese elemento ya cotidiano que llena los rincones de la “ciutat vella” por entre giros, escaleras y arcos medievales.

El sol salió con ganas de calentar Girona y las bicicletas echaron a rodar temprano, sobre las ocho de la mañana del domingo, para vivir lo que ha sido la tercera edición de la cicloturista de la Sea Otter Europe, la Ciclobrava, una edición renovada en recorrido y concepto, cuya fórmula ha convencido a los ciclistas.

En la salida, sobre las ocho de la mañana, unos 19 grados de temperatura y un día que se abrió radiante recibieron un pelotón de cerca de 1500 ciclistas con ganas de probar todo lo bueno que se había dicho y escrito de la remozada marcha.

Unas 220 mujeres se darían cita bajo el arco de salida, demostrando que el recorrido que la mujer tiene sobre una bicicleta acaba de comenzar.

Entre la muchedumbre de sonrisas, nervios y bicicletas, una primera línea de personajes conocidos ponía cara a los momentos previos a la salida. El expiloto de moto GP Carlos Checa bromeaba con Alberto Losada y Chechu Rubiera. Purito Rodríguez también andaba por ahí.

Deportistas legendarios como Melcior Mauri se entremezclaban con rostros populares entre los deportistas, fue el caso de Xavier Llobet, triatleta olímpico, Gerard Farrés, piloto en el Dakar, Oscar Lanza, expiloto de motocross…

El recorrido largo fue la opción más escogida. Tenían en ese momento por delante dos posibles recorridos.

El más largo que les llevaría hasta la misma Costa Brava conociendo los recodos de Tossa o uno más corto e íntimo por las carreteras que viven el ciclismo como la sangre que corre por sus venas.

El trazado de más de 140 kilómetros atrajo casi dos tercios de la participación.

Por medio cuatro puntos de avituallamiento ayudaron a cubrir un itinerario, cuya dureza era la justa para disfrutar de una jornada extraordinaria por parajes de interior y también esas 365 curvas entre Tossa y Sant Feliu de Guíxols que tantas veces hemos visto en carreras como la Volta o la mítica Setmana Catalana.

Los primeros en llegar al entorno de la Sea Otter Europe emplearían unas cuatro horas y pico de placer sobre la bicicleta. Una mañana de ciclismo que acabó en el corazón de la feria por excelencia, para completar una experiencia 110% ciclista que para algunos acabó por la “ciutat vella” haciéndose fotografías en las escaleras que vieron la leyenda de series tan en boga como “Juego de tronos”.

Habían dejado atrás un recorrido de mar y montaña que incorporó algunos tramos nuevos en el último momento, tales como una fracción de tierra (sterrato), de 1800 metros, y otros ya previstos, como el paso por el pueblo de Monells, donde hubo un avituallamiento, o la entrada a Girona por Montjuïc.

Alberto Losada recibió un cálido homenaje en su Critérium. El preludio de esta Ciclobrava se produjo la tarde de antes cuando la organización quiso reconocer los muchos y buenos años de Alberto Losada como ciclista profesional.

Un par de carreras entre exciclistas profesionales sirvieron de excusa para una reunión de amigos del ciclista de Barcelona. El propio Losada ganó la puntuación, recordando sus días de pistard de amateur, mientras que la eliminación se fue a manos de Ángel Edo, el velocista que fue olímpico en Barcelona que logró tantos triunfos como profesional.

Con Alberto Losada estuvieron buenos amigos como Xabier Zandio, Sebastián Haedo, Joan Horrach, Josep Jufré, Carles Torrent y Egoi Martínez, sin olvidar al “Purito” Rodríguez con quien pasaría parte de sus mejores años de profesional.